Los hombres estadounidenses retrasan actualmente la paternidad tres años y medio más si lo comparamos con sus coterráneos de 1972. La investigación fue publicada en el Journal of Human Reproduction por un equipo de la Universidad de Stanford.
Según el estudio, los padres primerizos en 1972 tenían una edad promedio de 27,4 años y en el 2015 el resultado fue de 30,9 años.
Según expresa el artículo, estos cambios reducen el número de nacimientos e influyen en la configuración de la futura fuerza laboral, así como otros aspectos de la vida económica. Al haber menor número de alumbramientos habrá una cantidad inferior de trabajadores productivos en la próxima generación.
El estudio refleja que los padres de mayor edad tienden a tener mejores trabajos, más recursos, estilos estables de vida y se involucran con una mayor frecuencia en la formación de los niños. El estudio encuentra también que la edad de las madres se ha incrementado.
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