Tras la explosión registrada esta mañana en la estación del metro de Parsons Green, de la Disctrict Line, al este de la ciudad de Londres, Gran Bretaña elevó en horas de la tarde de este viernes su nivel de amenaza de seguridad nacional de "severo" a "crítico".
En comparecencia televisiva, la primera ministra británica, Theresa May, aseguró que en los próximos días la "policía armada y miembros del ejército" patrullarían la ciudad.
La explosión, que dejó al menos un saldo de 29 heridos, entre los cuales se encuentra un niño de diez años, levantó una vez más los temores en una ciudad que meses atrás vivió otros cruentos episodios terroristas, entre los que destacan los ocurridos en el mes de junio.
Esta elevación en el nivel de seguridad, aseguraron especialistas, se debe a que "se espera un ataque", aunque no ha sido revelado si la preocupación nazca de una sospecha, o si existen indicios reales sobre algún plan terrorista por parte de alguna célula organizada dentro del país.
"Durante este período, personal militar reemplazará a los oficiales de policía en funciones de guardias en ciertos sitios protegidos que no son accesibles para el público", dijo May.
En horas de la mañana, la primera ministra británica había convocado a una reunión del gabinete de emergencia para esclarecer lo sucedido.
con información de Reuters
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