Actualmente, el cubano nacionalizado italiano, Frank Chamizo, es uno de los principales luchadores del estilo libre del planeta. Si establecemos un ranking libra por libra, él, a sus 25 años de edad, estaría en la lista, sin duda. Esto lo demuestran sus últimos resultados, siendo estable en las grandes competiciones de la disciplina.
Se tituló campeón del mundo en Las Vegas 2015 en la división de los 65 kilogramos terminó tercero en ese peso en los Juegos Olímpicos Río 2016; y se coronó en la cita del orbe de esta año en París, Francia, en los 70 kilos.
Pero el matancero ha vuelto a ser noticia no por algún nuevo lauro deportivo sino por salir saliera en defensa de la modelo y bailarina Mikaela Neaze, víctima de racismo en ese territorio. Neaze ha sido cuestionada constantemente “por no reflejar la belleza italiana”.
Hija de madre angolana y padre afgano, la nacida en Moscú, Rusia, además, ha sido acusada de musulmana y reflejada como “la rubia de los musulmanes de África”.
Los constantes insultos racistas de la comunidad hacia ella llamaron la atención del cubano, quien a través de un video en Instagram apoyó a la joven.
“Estamos en 2017 y todavía hay personas que continúan con los delitos racistas… Y todavía hay algunos deficientes que piensan así, esto es suficiente…”, expresó en su mensaje Chamizo.
Hace unos años, después de dejar legalmente Cuba, tras casarse con la luchadora italiana Dalma Canela, Frank también fue víctima de comentarios racistas y esta vez se sintió identificado.
A golpe de calidad y victorias, Chamizo se ha convertido en una figura conocida dentro del movimiento deportivo italiano, a pesar de ser protagonista de una disciplina con muy poca historia en esa nación europea.
Con información de PlayOff.
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