El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha negado este martes que haya algún espía entre los 15 diplomáticos cubanos a los que el Gobierno de Donald Trump ha dado siete días de margen para que abandonen los Estados Unidos. La decisión, que La Habana considera que responde a criterios políticos, se toma tras la salida de la Isla del 60% del personal de la Embajada norteamericana en la capital cubana por la imposibilidad de las autoridades de la Isla, según el Departamento de Estado norteamericano, de garantizar su seguridad.
"Puedo decir categóricamente que desde la creación de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington hasta este minuto los funcionarios diplomáticos cubanos jamás realizaron ni realizan actividades de Inteligencia. No lo hizo ni lo ha hecho ninguno de los funcionarios diplomáticos incluidos en la lista del Departamento de Estado, que han sido conminados a abandonar ese país", dijo Rodríguez.
La expulsión de estos 15 funcionarios cubanos se suma a la de otros dos que debieron abandonar la sede diplomática de Washington el pasado 23 de mayo, tras haberse producido unos ataques acústicos, que a estas alturas han afectado ya a 21 diplomáticos norteamericanos y a un número indefinido de canadienses.
Ante una sala abarrotada, en la que estaban representados 31 medios de prensa locales y extranjeros y con la asistencia de Josefina Vidal, la ex directora general para Estados Unidos del Minrex y actual embajadora de Cuba en Canadá, Rodríguez criticó "la falta den seriedad" del enfoque de un funcionario del Departamento de Estado norteamericano que se refirió este martes a que ha aparecido un nuevo damnificado por el ataque acústico en La Habana, que se habría visto afectado en enero de este año. Sin embargo, EEUU lo hace público ahora "porque ha sido reevaluado".
El canciller cubano acusó además a los funcionarios del Departamento de Estado de filtrar información a la prensa estadouinidense "malintencionada y con objetivos políticos", escudándose en el anonimato. También afeó que achacaran los ataques (acústicos contra diplomáticos norteamericanos) a "alguien que está utilizando vías y métodos desconocidos". Rodríguez se preguntó de qué hablan: "¿Ciencia ficción? ¿Futurismo?"
Especialmente duro fue el ministro de Exteriores cubano al referirse a la vaguedad con que el Departamento de Estado se refirió este martes a temas de reunificación familiar, de los que sólo han avanzado que "están evaluando su impacto".
"EE.UU. tendría que estar cerrando docenas de embajadas"
Bruno Rodríguez defendió en su comparecencia ante la prensa que el si el Gobierno de los Estados Unidos aplicara los estándares de seguridad que está aplicando con su personal en Cuba "tendría que estar cerrando ahora docenas de embajadas en el mundo".
El canciller lamentó también que la mayoría de los ataques acústicos a personal norteamericano en Cuba fueron reportados por Estados Unidos meses después de que ocurrieran. Asimismo destaca que los investigadores cubanos no han podido visitar los lugares donde éstos se habrían producido porque el Goibierno norteamericano no lo ha permitido. "No ha habido encuentros entre el personal médico que integra esta investigación con los especialistas médicos estadounidenses, pese a que ha sido solicitado reiteradamente". También aseguró que no ha habido encuentros entre expertos de ambos lados, pero eso no impedirá que Cuba ceje en su empeño de continuar esta investigación.
Rodríguez recalcó que no sabe a estas alturas si van a tener continuidad las reuniones bilaterales en áreas de mutuo interés para Cuba y Estados Unidos. En este punto aprovechó para martillar la idea de que "no hay una sola evidencia sobre la ocurrencia de los incidentes (acústicos) ni de sus causas ni de su origen". Además animó a la prensa a preguntar sobre este tema al Departamento de Estados norteamericano y culpó a los EEUU del deterioro de las relaciones bilaterales con Cuba.
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