Erislandy Lara vence pero no derrota a sus detractores

Erislandy Lara (25-2-2, 14 nocauts) hizo la tarea el pasado sábado en Nueva York. Regresó victorioso, mantuvo su título superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo y demostró que sigue siendo el hombre grande de las 154 libras en la actualidad.

A priori, esta última presentación podría catalogarse de muy positiva para la carrera deportiva del antillano, sin embargo, está bien lejos de esa realidad. Después del campanazo final, el santiaguero ha sido otra vez víctima de un manojo de críticas negativas y sus principales detractores están de fiesta a pesar de su abrumador éxito sobre el estadounidense Terrell Gausha (20-1, 9).

Lara no tuvo problemas para llevarse boletas de los jueces de 116-111, 117-110 y 117-110. La puntuación, sin dudas, deja claro su supremacía sobre el encerado, pero por enésima ocasión todos clamaban un nocaut ante un oponente que no hizo mucho por la victoria, si bien tampoco lució tan mal y supo aguantar cada uno de los asaltos, pero que se notaba muy disminuido en comparación con el vencedor a la postre.

Tras este resultado, el cubano continuará con sus problemas para ser considerado para una velada de primer nivel. Pensar en una revancha ante el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez es utópico; firmar un contrato para combatir contra el kazajo Gennady Golovkin parece una quimera; y el boricua Miguel Cotto también se aleja de su entorno; es decir, es casi improbable que el rey mundial como amateur en el 2005 logre enfrentar a corto plazo a un fajador considerado entre los mejores libra por libra del planeta y esto, a sus 34 años de edad, no resulta para nada una buena noticia.

A la espera de un contexto más favorable, Lara y su equipo de trabajo podrían manejar nombres como Jermell “Iron Man” Charlo y “Swift” Jarrett Hurd, quienes en la propia cartelera neoyorquina no dejaron dudas con sendos nocauts sobre Erickson “Hammer” Lubin y Austin Trout, respectivamente. En los últimos meses, incluso, el nombre de Hurd se había mencionado como un próximo posible rival del caribeño. El 2018 será decisivo para el futuro boxístico del monarca cubano.