Si algo positivo ha suscitado el escándalo de Harvey Weinstein en Hollywood, más allá de mediatizar un fenómeno que comúnmente se minimiza, es que ahora son cada vez más las mujeres que han perdido el miedo a hablar sobre el acoso y la agresión sexual en ambientes laborales.
Más de 30 mujeres, incluídas Rose McGowan, Kate Beckinsale, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie y Cara Delevingne, decidieron contar su experiencia con Weinstein, cofundador de la productora cinematográfica Miramax.
Así nació en las redes sociales la campaña 'Yo también' / 'Me too', impulsada por la actriz y productora estadounidense Alyssa Milano, quien instó vía Twitter a que las mujeres compartieran sus vivencias como víctimas de agresiones sexuales.
"Si todas las mujeres que han sido víctimas de acoso o violencia sexual escriben ‘Yo también‘ como estado, podemos darle a la gente una idea de la magnitud del problema", publicó Milano.
A su mensaje se unieron miles de mujeres, las etiquetas #YoTambién y #MeToo fueron tendencia en todo el mundo. Unas usuarias se valieron de la etiqueta sola como símbolo de haber sentido el abuso en algún punto de sus vidas, mientras que otras llegaron a acompañarla con sus historias personales de violaciones y hostigamiento.
En declaraciones a BuzzFeed News, Milano dijo que vio algo similar en Facebook y pensó que era una "forma poderosa de crear conciencia sobre la prevalencia del asalto sexual y arrojar luz sobre esta epidemia cultural".
"Cuando escuchamos casos de abuso sexual, hostigamiento y asalto de forma pública, nos da una angustia extrema, pero también fuerza y fortaleza", afirmó Milano. "Fuerza para compartir nuestras historias y sentirnos apoyados por mujeres y hombres que pueden decir 'yo también', acotó.
Para Milano, que recibió más de 44,000 “Me Too” a su post original, si con ese “don de apoyo fundamental podemos destacar la naturaleza desenfrenada del sexismo, el acoso sexual y el abuso sexual, entonces tal vez, tal vez, nosotros podemos cambiar la cultura que ha alimentado este comportamiento”.
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