Emulando a Yulieski Gurriel en el béisbol de Grandes Ligas, Alfredo Despaigne y Liván Moinelo se hallan a un triunfo de coronarse campeones en la Serie de Japón. Moinelo ha deslumbrado en su primer año en la segunda mejor liga del mundo. Cuenta con 21 años y su efectividad en la final ha sido perfecta en 3 innings.
El relevista zurdo continúa dando lecciones a los incrédulos y ha firmado un año memorable con los Halcones de Fukuoka en el máximo nivel del béisbol japonés. Allí mismo donde van ex – grandes ligas, latinos y asiáticos que luchan por llegar o regresar a MLB, Moinelo ha mostrado el lado ciego de su talento.
“Aquí en Japón he aprendido a lanzar y pensar mucho mejor. Aquí me di cuenta rápido que la pelota que se juega en Cuba es muy distinta a la de esta liga”, dijo Moinelo a CiberCuba.
Desde su llegada a la liga Moinelo fue visto como un novato subestimado. Mide seis pies, pero sólo pesa 145 libras y lo que causaba en ocasiones motivo de burla. Pues en este momento ya nadie se mofa porque Moinelo es un lanzador excepcional. Lanza cuatro pitcheos: recta, curva, cambio y sinker.
“Lo de superarme eso siempre lo he tenido presente”, confiesa el nacido en Pinar del Río. “Siempre voy hacia delante y con luz larga. Siempre hay que aprender algo más cada día”.
Moinelo puso marca de 4-3, 2.52 de efectividad durante la temporada regular de su primer año en Japón. Ha sido el tercer pitcher latino con mejor efectividad en ambas ligas y su dominancia ante zurdos ha proseguido después 35.2 innings con 36 ponches y sólo un cuadrangular permitido.
“Ahora son los playoffs y el equipo está súper animado con llegar al campeonato”, asegura.
Moinelo es un muchacho común que ni siquiera es consciente de su grandeza, de lo que significa tener 21 años y dominar. Sin quererlo se ha convertido en el lanzador de más nivel del béisbol cubano. Confiesa que extraña su equipo Pinar del Río y que tiene deseos de regresar a Cuba para ayudarlos desde el box.
“Extraño a todos mis compañeros, extraño estar con mis amigos en el clubhouse y todo lo que hacemos, pero lo que más extraño es que no he podido jugar con ellos”, asevera.
Moinelo entiende el nivel de profesionalismo y lo asimila con normalidad. Ha estudiado el juego y conoce las causas de muchos de los problemas del béisbol en Cuba y de la selección cubana en el extranjero.
“Ya sé más o menos porque los pitchers pasan un poco de trabajo para sacar out en el extranjero”.
“Primero utilizo todos mis lanzamientos porque los bateadores aquí cambian muy rápido la forma de batear y realizan ajustes muy rápido. Lo primero que te dan cuando hay un juego es un papel con los lanzamientos que tiras el porcentaje de strikes con curva y con recta y donde más los tiras”.
El legado de Moinelo recién comienza.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: