Cuba cerró el año 2016 con una tasa de desempleo del 2%, inferior a la de los Estados Unidos (4,7%), a la de España (18,63%) o a la de la Unión Europea (8,2%). Así lo recogen las últimas estadísticas de la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI) publicadas este 25 de octubre. Según esos números estaríamos ante el dato más bajo de desempleo que registra la Isla en los últimos seis años, al pasar del 3,2% en 2011 al 2% del año pasado.
El misterio de estos números lo desveló el economista cubano Manuel García Díaz en su libro Estructuras, Instituciones y Tránsito al Mercado (2004), explica a CiberCuba el también economista Elías Amor. "Las estadísticas son falsas desde el punto de vista del cálculo y no son extrapolables a ningún otro país", señala.
La 'trampa' está en el elevado subempleo que hay dentro de las empresas estatales cubanas. Elías Amor se refiere a personas que en efecto forman parte del personal de una empresa estatal, pero ni tienen ni hacen un trabajo concreto en términos de productividad. "En cualquier otra parte del mundo se contarían como desempleados", recalca el economista.
Según los cálculos de García Díaz, cerca de tres millones de cubanos no hacen nada en sus puestos de trabajo. "El paro del que está hablando Cuba ni siquiera se da en los Estados Unidos. Con esos números la Isla es una potencia mundial a nivel de empleo", insiste el ex director de la Fundación Servicio Valenciano de Empleo entre 2005 y 2013.
Las estadísticas difundidas por la ONEI reflejan además que más de dos millones y medio de cubanos en edad laboral (entre 16 y 60 años) ni trabaja ni está en paro. Es lo que en economía se conoce como población inactiva. De los 7,11 millones de cubanos en edad para trabajar sólo están en activo 4,6 (este dato incluye a los que están trabajando o en situación de desempleo). Significa que 2,5 millones personas están fuera del mercado laboral en la Isla. Este dato, según Elías Amor, hay que tenerlo en cuenta porque ha ido a más en los últimos años.
En 2011 la población inactiva en Cuba rondaba los 1,7 millones de personas. La cifra se mantuvo más o menos estable hasta que en 2015 aumentó a 2,4 millones. Esta tendencia al alza continuó en 2016 tras superar los 2,5 millones de cubanos inactivos.
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