Los médicos que han operado al soldado norcoreano gravemente herido tras desertar el pasado lunes a Corea del Sur le han encontrado en el tracto intestinal decenas de parásitos entre los que sobresalía una lombriz de 27 centímetros. Uno de los doctores que participó en la cirugía aseguró que en sus 20 años de carrera sólo había visto algo parecido en los libros de texto.
La aparición de los parásitos no sólo deja al descubierto los graves problemas de nutrición, higiene y salud pública de Corea del Norte, sino que invitan a pensar que pueden ir a peor tras las sanciones impuestas por Estados Unidos a raíz de sus ensayos nucleares, según recoge El Mundo.
La presencia de los parásitos también dificulta la recuperación del paciente ya que éstos han infectados algunos órganos dañados por las heridas de disparos recibidas en nalga, axila, espalda, hombro y rodilla por parte de sus compañeros norcoreanos que intentaron impedir que desertara. De ahí que el soldado tuviera que ser trasladado de emergencia a un hospital de Seúl.
Los médicos reconocen que el paciente ha mejorado, pero mantienen que su estado es "preocupante" por lo que tendrán que vigilar el funcionamiento cardiopulmonar, del hígado y los riñones.
En Corea del Sur entienden que al ser un soldado, su alimentación debió corresponderse a la de un norcoreano medio. La aparición de los parásitos viene a confirmar que se ha alimentado de verduras crudas que han sido regadas en los campos con abonos hechos a base de excrementos humanos debido a la escasez de fertilizantes químicos. Esto era comíun en Corea del Sur hasta los años 80, fecha a partir de la cual se produjo su despegue económico.
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