Juli Briskman, la mujer despedida de su empresa, tras hacerse viral una foto en la que le muestra el dedo corazón (el del medio) a la caravana del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha levantado pasiones. Unas 5.000 personas han recaudado 100.000 dólares para ella al considerar a esta ciclista de Virginia como una inspiración.
Según recoge El País, la propia Briskman ha admitido que nunca imaginó que hacer "una peineta" (mostrar el dedo corazón) a Trump le iba a costar su trabajo, en una empresa proveedora de servicios para el Gobierno norteamericano.
Pero no fue la única represalia que sufrió. Algunas personas que asisten al centro donde ella da clases de yoga también han pedido su destitución.
Briskman ha defendido su gesto diciendo que estaba frustrada por la forma en la que Trump gobierna el país, sobre todo por la iniciativa del presidente de hacer desaparecer el Obamacare, su política hacia los 'dreamers' o el hecho de que no haya condenado a los supremacistas blancos.
En su cuenta de Twitter Briskman ha mostrado su apoyo a la mujer de Texas que ha sido detenida tras pasearse por su pueblo con una calcomanía anti Trump.
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