Conocí a Osniel Madera una tarde de entrenamiento haciendo competencias de carrera con Randy Arozarena y Lázaro Alonso. En ese momento (2014) ya había conseguido dos campeonatos con Pinar del Río y era un jugador del tipo subestimado. Sin embargo, Madera ama jugar béisbol y cuando entendió que su carrera iba en retroceso salió de Cuba en 2015.
El hijo del estelar jardinero pinareño de los 90, Lázaro Madera, es el ejemplo convincente de que no hay que llegar a Grandes Ligas para realizarse como beisbolista. Después de debutar con Tigres de Quintana Roo en la pasada campaña de la Liga Mexicana de béisbol (LMB), ahora los Tigres de Aragua se interesaron por sus servicios en este invierno.
“La decisión de salir de Cuba fue para demostrar que sí podía jugar a otro nivel de beisbol”, le dijo a CiberCuba.
Madera, de 32 años, ha jugado 28 partidos en la Liga Invernal de Venezuela con la nave de los Tigres de Aragua. Su línea ofensiva es de .218./.255./327, seis dobles, un triple, un cuadrangular y tres remolcadas. El héroe del 5to juego Pinar vs Matanzas en la final de la Serie 53, es reconocido por su valiosa movilidad para rotar en varias posiciones dentro del cuadro y los jardines.
“El sacrificio siempre existe cuando uno sale de la isla, pero cuando ves los frutos compensas un poco todo el esfuerzo y dedicación que pusiste”, agrega. “No era de los más conocidos en Cuba pero siempre tuve el corazón que muchos no tenían”.
Madera bateó .287 en 10 temporadas de la Liga Cubana y fue parte integral de los últimos dos campeonatos logrados por Pinar del Río. Ahora su carrera se desarrolla fuera de Cuba, y mientras, lo único que realmente desea es continuar en el juego.
“Sobre firmar con alguna organización de Grandes Ligas, si se da bueno, bienvenido, pero ahora estoy enfocado en hacer cosas importantes en las ligas del caribe para seguir mi ascenso”.
“De Cuba: mi familia es lo que más extraño. Es por ellos que estoy aquí”.
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