El matancero José Miguel Fernández ha sido liberado por los Dodgers y automáticamente se convirtió en agente libre.
En cualquier caso la noticia sorprende y más cuando Fernández aprobó con nota sobresaliente su primera temporada en las menores (Doble-A) en un nivel de béisbol exigente.
El destino Grandes Ligas se aleja un poco para el infielder de 29 años, pese a que cuenta con un bate de mucho valor y una disciplina en home por encima del promedio. Fernández bateó .306./.367./.496 en Tulsa Drillers, sucursal de AA de los Dodgers la cual se desempeña en la Texas League. La ofensiva del cubano se apoyó en 16 dobles y 16 jonrones (8vo de la liga), más 64 impulsadas (10mo).
Es posible que otra organización de MLB contrate al cubano, quien ahora envuelto en proceso de residencia no puede viajar y demostrar su calidad en las ligas invernales. Fernández fue subido a Triple-A, Oklahoma, pero sólo estuvo con el equipo en tres partidos. Los Dodgers lo firmaron por 200.000 dolares en enero pasado, en lo que significó un declive de su valor y el mercado. Para muchos el talento de Fernández rozaba los 20 millones de contrato.
Ahora es posible que le interese a una franquicia que intente rellenar su sistema en las menores. Sin dudas esto representa un riesgo para su carrera y sus objetivos. Ser despedido en las menores, a veces acentúa un erróneo estigma de fracaso en los beisbolistas y los equipos de MLB se guían por esta noción y no vuelven a ser firmados, cosa que no creo que ocurra con Fernández.
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