Diversos problemas vinculados a la indisciplina social y el poco accionar de instituciones gubernamentales en Camagüey actúan en detrimento de la imagen de esta provincia, situada al oriente de Cuba, afirmaron autoridades locales.
“La ciudad no constituye solo el centro histórico, mucho menos puede restringirse a la pequeña área declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo es toda la zona urbana”, dijo a la estatal ACN el presidente del Consejo Asesor para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental en esa región, Wilfredo Rodríguez Ramos.
Este arquitecto camagüeyano dejó saber además que urge que se incremente y extienda la labor de organismos estatales como Comunales, Planificación Física y Viales, en función de evitar que se violen las reglas urbanas y comunitarias.
“Aceras incompletas, el robo de registros de alcantarillado, grandes charcos de agua y desniveles en las calles, y carretones de caballo que transitan por calles y avenidas, dejando incluso los excrementos de los animales esparcidos por ellas, son una realidad hoy en la cabecera provincial”, detalló el reporte.
Moradores del reparto Julio Antonio Mella, que data del año 1970 y está considerado entre las mejores urbanizaciones de Cuba, se quejan de los problemas que acarrea el agua estancada en varias zonas de la ciudad, ejemplificó.
La urbe se ha venido deteriorando también debido a las edificaciones realizadas sin planeamiento ni ayuda profesional, aspecto que ha favorecido la proliferación de “barriadas con un diseño desordenado, carente de aceras, contenes, y hasta redes hidráulicas para acueductos y albañales”.
Al respecto, el ingeniero informático local Arnaldo Caraballo, entrevistado por la agencia, comentó que la causa principal es la falta de fiscalización, control y actuación de autoridades encargadas de ello.
En tal sentido, la presidenta provincial de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción, Al faro García, mencionó como una problemática a tener en cuenta que la Universidad de Camagüey no forme urbanistas como especialistas independientes a los arquitectos e ingenieros civiles.
A decir de Rodríguez Ramos, también presidente de la organización cubana de Documentación y Conservación de la Arquitectura del Movimiento Moderno en el territorio, Camagüey vive un proceso de ruralización o de retroceso en cuanto a cultura urbana que es necesario detener.
Para hacer conciencia sobre la necesidad de frenar esta involución, agregó el arquitecto, basta recordar los incontables valores patrimoniales que posee la ciudad, como las más de 600 casas Art Decó, cifra que probablemente no supera las existentes en Chicago o Nueva York, los grandes exponentes de ese movimiento arquitectónico.
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