El senador republicano por Florida, Marco Rubio, volvió a acusar el pasado miércoles al gobierno de Cuba de participar en los extraños ataques contra diplomáticos estadounidenses en La Habana durante el año pasado.
"No hay forma de que puedas hacer eso en Cuba sin que el gobierno cubano lo sepa", dijo Rubio en un evento organizado por el diario estadounidense Politico. "Esto no se llevó a cabo en una zona remota, esto fue en La Habana, en hoteles y en áreas de La Habana donde se sabe que hay estadounidenses", agregó.
A principios de mes, el canciller cubano Bruno Rodríguez negó rotundamente la participación del Estado. Rodríguez desestimó las acusaciones y las tildó de "mentiras deliberadas", formuladas para socavar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Hasta donde se conoce, tanto el FBI y como el gobierno de Raúl Castro han llevado a cabo varias investigaciones por separado para determinar quién causó los misteriosos síntomas reportados por 24 diplomáticos de los EE. UU.
Todavía ninguna investigación ha arrojado luces sobre quién ha llevado a cabo los ataques. Los investigadores de EE. UU también han están explorando la posibilidad de que un tercer país, concretamente Rusia, ayudara a formular estos incidentes.
"Para llevar a cabo un ataque de este tipo se requiere un acceso cercano y una tecnología sofisticada, y un equipo grande, probablemente", dijo Rubio. "No hay forma de que puedas hacer eso en una sociedad cerrada como Cuba sin que [el gobierno] sepa al menos eso, de tal modo saben quién lo hizo o lo hicieron ellos mismos".
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