“Seducente”: el mejor restaurante privado de comida italiana de Santiago de Cuba

Existe un restaurante privado en Santiago de Cuba que tiene una carta con casi 200 productos entre comidas y bebidas, y se asegura que en él es muy difícil que el cliente escuche alguna vez la frase “no hay”.

Su nombre «Seducente» proviene del italiano e igual que ese idioma, que algunos consideran uno de los más seductores, tiene muy bien marcada la intención de fascinar a los clientes con la buena comida, con sus colores, sabores, olores… “porque todo lo que tenemos aquí seduce el paladar”, asegura Keyla Raquel Sánchez Vaquero, su administradora.

“Para hacer una pizza o una pasta de las que están en la carta, si existe el ingrediente que necesitamos, ya sea en las tiendas recaudadoras de divisa, en los mercados agropecuarios, en las ferias que se realizan, en un puesto particular, o en cualquier recoveco, nosotros lo encontramos”, afirma categóricamente y sin titubeos.

Imagine usted una paladar en Cuba que abra los siete días de la semana, desde las 11 de la mañana hasta bien entrada la noche, que mantenga una carta tan extensa y que, además, tenga por ética jamás decir «no hay».

Mantener un suministro que garantice esa gama de productos y servicios podría ser para muchos un acto extremo, y cuando menos es un ejercicio de férrea voluntad de perseguir, casi histéricamente, cuanta materia prima esté hasta en la imaginación de sus dueños.

“Si no hay un producto lo sustituimos por otro, siempre tratamos que el cliente nunca escuche la palabra «no», porque es muy desagradable tener una carta tan extensa y que algo no esté… aunque en ocasiones sí ha pasado, pero no por falta de voluntad nuestra, sino que simplemente no lo hay en toda la ciudad”, detalla.

«Seducente», además de tener una de las cartas con mayor cantidad de ofertas de la urbe –o incluso puede que sea la mayor–, es una de las más antiguas paladares de comida italiana de Santiago de Cuba, entre las que están aún en funcionamiento, y ha marcado pautas en esta especialidad al crear platos que hoy, explícitamente hablando, se copian en otros sitios similares.

“Desde que abrimos tratamos de tener un sello único con la masa, similar a la que se hace en Italia: crujiente, bien tostada y fina. La salsa es una combinación única y secreta de ingredientes. Hemos tenidos clientes que nos han dicho que aquí se han comido la mejor pizza de Cuba, otros se han llevado a sus restaurantes de comida italiana un poco de nuestra salsa, de forma escondida, para tratar de reproducirlas en sus negocios”, explica.

«Seducente» fue la primera combinación de sabores que crearon. Tiene camarón o atún, rollitos de jamón, chorizo y salami. Se decora similar a las pizzas «Cuatro Estaciones». Las otras que le siguieron, también propias de este sitio, surgieron del maridaje, de la inventiva, de los ingredientes que estuvieran en el mercado y de la inspiración internacional.

“Revisamos cartas de diferentes pizzerías en España que nos inspiraron a realizar combinaciones propias. Están, además de «Seducente», otras como «Funghi», «Vulcano», «Pizza al Pollo», «Diávolo», «Tentación», «Éxito», «Neptuno», «Varadero», «Mediterránea», «Mar y Tierra», «Marinera» y «Especial», esta última, como dice el slogan que le acompaña, es «un poco de todo y mucho amor». Fue ideada para que el cocinero creara e innovara, y sobre todo, sorprendiera”, explica Keyla.

En los muchos años en que el cuentapropismo desanda en Cuba en un camino de vaivenes, son pocos los negocios que han trascendido en el tiempo. «Seducente» ha logrado este sueño porque si existe en la actualidad un mercado y una cultura en Santiago de Cuba de consumir comida italiana, es porque esta paladar ha establecido pautas, y no solo con pizzas aplatanadas en la ciudad, sino también ha convertido las peticiones y sugerencias de sus clientes en ofertas propias y exclusivas.

Basta decir, por ejemplo, que ellos fueron los primeros en introducir, en la urbe, la modalidad de los «agregados» a los platos y también de vender ensaladas, algunas también exclusivas del lugar, a clientes que en ocasiones querían acompañar la comida italiana con ese tipo de delicia.

Dicen los abuelos que lo que es bueno para el riñón es malo para el hígado. Aquí, desde que uno entra al sitio, si algo «golpea» la vista es el verdor de las plantas que dominan un espacio abierto que es una delicia para quienes disfruten este tipo de acogida.

Sin embargo, esa belleza supone un problema en días de lluvias que, aunque pudiera derivar en pérdidas, es un detalle al que no se renuncia porque es uno de los principales atractivos. Helechos, orquídeas, y otras variedades exóticas, decoran y ambientan esta paladar, hasta la propia planta de mango despierta la curiosidad y entusiasmo entre los clientes foráneos.

De la terraza en el fondo de la casa al primer nivel del patio, y de este a un segundo más bajo. Poco a poco el negocio ha ido creciendo en cinco años. Luego un bar y un camino al costado de la vivienda desde la fachada hasta atrás, dándole independencia total del resto de la vivienda.

Más tarde, de su privilegiada ubicación en calle L número 359, entre 1ra y 5ta, reparto Ampliación de Terraza, hace un año abrieron otro restaurante muy similar en la céntrica y comercial calle Enramadas, en este caso con el nombre de «Piú Seducente», que se traduce al español como «La muy seductora».

“Luego de cuatro años de tener «Seducente» decidimos abrir «Piú Seducente», vimos la posibilidad de ampliar nuestros servicios hasta el centro histórico de la ciudad, específicamente hasta el Corredor Patrimonial Las Enramadas, la calle más céntrica y comercial de Santiago de Cuba. Tiene las mismas ofertas y servicios, y la novedad de hacer los viernes un espacio cultural a partir de las nueve y media de la noche donde se puede intercambiar con los músicos y cantar en un karaoke”, explica Keyla.

El sello «Seducente» se extiende con éxito en Santiago de Cuba, de esta forma la familia de Keyla cumple uno de los sueños y anhelos más viejos de muchos cuentapropistas cubanos.

Pizzería «Seducente», una segunda casa llamada «Piú Seducente», un coctel, una ensalada, un café y una pasta también llamados «Seducente», todo tiene la explícita intención de crear una marca sinónimo de calidad y, sobre todo, de exclusividad. Pero no se detiene ahí.

Desde sus inicios, este negocio mantuvo la posibilidad de que las personas encargaran sus pizzas y las vinieran a recoger. En el futuro, y que muy pronto iniciará, estará el servicio de entrega a domicilio, con lo que no solo extenderá sus productos a casi cualquier punto de la urbe, sino que se ratificarán como los líderes en la comida italiana en la ciudad.

Pocos negocios privados logran convertir una palabra –que por demás ni es del español– en una referencia. Decir «Seducente» en Santiago de Cuba es hablar de un emprendimiento privado exitoso.

Quienes en la urbe, y fuera de ella, disfrutan la comida italiana, difícilmente no conozcan este sitio cuyo mejor indicador de calidad es que ha sido capaz de seducir hasta los propios foráneos que vienen de la nación europea.