Definitivamente, los Yanquis están armando un line up tenebroso que muy pronto será denominado The New Killers Row.
La adición del Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Giancarlo Stanton, era la gota que colmaría el vaso del calibre ofensivo. Ya estaban allí Aaron Judge, quien destrozó el record jonronero para novatos que pertenecía a Mark McGwire; y también Gary Sánchez y Didi Gregorius, que superaron la veintena de jonrones en la campaña previa.
Además, el espigado Greg Bird estaba ya de vuelta, enseñando en la postemporada todo lo que guarda en sus muñecas pese a un largo período fuera por lesión.
Entonces: ¿cinco hombres capaces de superar las dos decenas de cuadrangulares? O mejor: ¿dos tipos (Judge y Stanton) con la capacidad de ir más allá de los cuarenta, y otro más (Sánchez) apto para pasar de treinta?
El propio Gregorius resumió de buen grado la compleja ecuación que se plantea para el nuevo manager del equipo, Aaron Boone, cuando se dirigió a él en las redes sociales con este mensaje: “Hey Skip, ¿todavía bateo como cuarto?”
No obstante, los Yanquis no están satisfechos. Recientes declaraciones de su directiva han hecho énfasis en que el club estará activo en el mercado de agentes libres, buscando mejorar en cada sector donde se haga necesario para la búsqueda del éxito.
Así las cosas, no se descarta la contratación de un lanzador que haga cuarteto con Luis Severino, Masahiro Tanaka y Sonny Gray (la quinta plaza debe ir a parar a Jordan Montgomery o Chad Green), aunque aún no se ha desechado la idea de mantener en las filas al veterano CC Sabathia, actualmente en la agencia libre.
En materia de salidas probables, los mayores indicios apuntan a los jardineros Jacoby Ellsbury y Clint Frazier, así como al antesalista Chase Headley. ¿Y quién podría ocupar la vacante de Starlin Castro en la intermedia? Ojo con este nombre: Gleyber Torres.
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