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Teléfonos públicos en Cuba, víctimas de la desidia oficial y el vandalismo callejero

Encontrar un teléfono sano y operativo se convierte en ocasiones en una obra casi monumental para quien no disponga de celular o teléfono en casa.

Teléfonos públicos en Cuba © Cubanet/Gladys Linares
Teléfonos públicos en Cuba Foto © Cubanet/Gladys Linares

Este artículo es de hace 6 años

En lo que va de año se han reportado 20 hechos vandálicos a los teléfonos públicos de la oriental provincia de Holguín, donde se asiste a un preocupante incremento con respecto al año pasado de este tipo de eventos.

Según informaciones publicadas en medios locales, las principales fechorías se centran “en la planta exterior son los bajantes, alambre de cobre y el tensor. En el caso de la telefonía pública el daño más significativo es al microteléfono, que está diseñado como receptor del aparato y usarlo con otros fines no tiene sentido, porque posee una corta durabilidad", aseguró el director territorial de ETECSA Luis Arnolis Reyes Ramírez.

Por zonas es el municipio de Moa el que ha reportado el mayor número de casos, con 13, aunque también se han registrado en Mayarí, San Germán y Holguín.

Pese a que en medios oficiales se califica de buena la densidad telefónica en la provincia: 4,6 teléfonos públicos por cada mil habitantes, la realidad dista mucho aún de cubrir las demandas de los más de 1 millón de holguineros que hacen uso de ellos.

En la actualidad existen en el territorio más de 4.800 teléfonos públicos, 27 de ellos instalados este año.

Vandalismo y daños a los teléfonos públicos: conocido y extendido problema

La ocurrencia de hechos delictivos de esta naturaleza no es exclusiva de Holguín, ni un fenómeno de reciente aparición.

En la capital, por su parte, el deterioro es tal que hacerse de un teléfono sano y operativo se convierte en una obra casi monumental para quien no disponga de celular o teléfono en casa.

En días un vídeo difundido por el independiente Cubanet mostraba la triste realidad de la telefonía pública en La Habana.

Los daños en los aparatos, sin embargo, no son exclusiva responsabilidad de los 'sujetos inescrupulosos' que dañan un bien público, sino del mal funcionamiento de la propia empresa de las comunicaciones, que no les da la atención y el mantenimiento requeridos para que estén en óptimas condiciones para responder a las demandas de los clientes.

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.


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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.