Entre los 15.410 cubanos que llegaron a territorio de los Estados Unidos durante el año fiscal 2017, apenas 160 fueron expulsados del país, una cifra bien baja si se compara con los 33.000 guatemaltecos que fueron devueltos en similar periodo. Así lo recogen las estadísticas aportadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos y publicadas por Miami Herald.
La mayoría de estos 160 deportados son individuos que llegaron a EEUU tras la derogación de la política de Pies Secos, Pies Mojados, por lo que a partir de enero comenzaron a ser devueltos a la Isla. La cifra supone el doble de cubanos expulsados, si se compara con igual periodo del año anterior.
Sin embargo, tal y como bien puntualizó un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), esta cifra es insignificante, teniendo en cuenta que Cuba se opone a acoger de vuelta a los miles de cubanos que enfrentan una orden de deportación en los Estados Unidos.
"En cuanto al porqué los ciudadanos cubanos no han sido devueltos, señalaría que Cuba todavía se considera un país recalcitrante', dijo el funcionario; una "teoría" que confirmó Michele Bond, ex subsecretaria de Estado para Asuntos Consulares, quien en un testimonio que brindó ante el Congreso de los Estados Unidos en el año 2016, dijo que Cuba era el "país más recalcitrante en la repatriación de sus ciudadanos".
En cuanto a los cubanos que lograron entrar a territorio estadounidense sin visa, posterior al 22 de enero y que pidieron "asilo político", funcionarios del DHS dijeron que la agencia no tuvo otra opción en algunos casos que liberarlos.
Según la agencia, el Departamento no contaba con "las camas suficientes" como para acogerlos a todos. Además, a ello contribuyó el hecho de que la Novena Corte de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos también dictaminó que los inmigrantes detenidos y los solicitantes de asilo no podían estar detenidos indefinidamente.
Sin embargo, el hecho de que hayan sido liberados no significa que ya estén "legales".
Jessica Vaughan, directora de estudios de política en el Centro de Estudios de Inmigración, dijo que "están aquí por un tiempo indefinido hasta que Cuba cambie sus políticas".
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