Las naves de un antiguo preuniversitario han sido transformadas en medio centenar de viviendas, y alojan ahora a los pobladores de Playa Florida, un asentamiento costero ubicado en el municipio de Florida, en Camagüey, que sufrió el embate del huracán Irma el pasado 8 de septiembre.
Según informó la Agencia Cubana de Noticias (ACN), la nueva comunidad está situada a 20 kilómetros del litoral y cuenta con consultorio médico, una escuela cercana que fue reparada, farmacia, bodega, un ranchón para la gastronomía y áreas deportivas de baloncesto y voleibol.
El territorio de Playa Florida, pese a estar al sur de la Isla–el ojo del huracán pasó por el norte–, sufrió cuantiosas pérdidas debido a las penetraciones del mar y los fuertes vientos que trajo Irma.
Desplazamientos de arena al interior de las viviendas, derrumbes totales y parciales de inmuebles y severas afectaciones a la actividad pesquera, fueron algunos de los daños que causó Irma en la comunidad, donde el aumento del nivel del mar aumenta cada año.
Nélida Varela, especialista de la Unidad de Medio Ambiente que coordina la dirección estratégica de enfrentamiento al cambio climático, explicó a la ACN que Playa Florida se encuentra amenazada por la erosión costera y la pérdida de las dunas de arena.
Ante el peligro de desaparecer, se requiere de un manejo integral para la recuperación de ese ecosistema, lo cual lo incluye dentro del grupo de asentamientos cubanos contemplados para su reubicación.
Su nuevo emplazamiento constituye un preámbulo de la implementación de la denominada Tarea Vida, un plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, que comprende acciones a corto, mediano, largo y muy largo plazo para la mitigación y adaptación al cambio climático.
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