Nacido el 19 de diciembre de 1910 en Marianao, más exactamente en el campamento militar de Columbia, luego convertido en Ciudad Escolar Libertad, José Lezama Lima, llegó a ser uno de los más reconocidos poetas, novelistas y ensayistas cubanos de todos los tiempos. En esta brevísima cronología se pretende describir algunos de sus nexos más fuertes con la cultura cubana.
Cuando tenía apenas un año, Lezama es trasladado a la Fortaleza de la Cabaña, donde su padre había sido nombrado director de la Academia Militar del Morro, y en 1918, el coronel Lezama se ofrece como voluntario a las tropas aliadas para combatir en la Primera Guerra Mundial y viaja con su familia a Estados Unidos.
En 1919, muere el padre a causa de una influenza, en la península de la Florida, y entonces la familia se muda a casa de la abuela materna, en Prado 9, La Habana. Diez años después, la situación económica de la familia Lezama es difícil y se mudan a Trocadero 162, cerca del Prado, en La Habana Vieja, donde José Lezama Lima vivirá hasta su muerte.
En 1935, Lezama publica su primer ensayo Tiempo negado. Dos años después, conoce a Juan Ramón Jiménez, y se vuelven amigos. Por este entonces, funda y anima la revista Verbum, y publica el poema Muerte de Narciso. A finales de esta década, aparece la revista Espuela de plata, puesto que solo en 1944 es que se funda la célebre Orígenes, puntal de la cultura literaria cubana a mediados del siglo XX.
En 1943, la Sociedad Pro-Arte Musical estrena en el Auditórium el ballet Forma, basado en textos suyos, con coreografía de Alberto Alonso e interpretado por Alicia y Fernando Alonso. Poco conocido también resultó su ensayo de 1948 "En una exposición de Roberto Diago".
Tampoco resulta demasiado conocido el hecho de que en 1959 Lezama fue nombrado director del Departamento de Literatura y Publicaciones del Consejo Nacional de Cultura, donde dirige importantes colecciones de libros clásicos y españoles, y dos años después, es delegado al Primer Congreso de Escritores y Artistas Cubanos, en el que fue elegido para ocupar una de las seis vicepresidencias de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En 1965, ocupa el cargo de investigador y asesor del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias y publica Antología de la poesía cubana, que precede a la aparición de su más famosa novela Paradiso, en la cual abundan las referencias autobiográficas como el asma del protagonista José Cemí; el pasado del coronel Lezama y su familia; la muerte del padre como término de un ciclo placentero de la vida de Cemí, la iniciación del protagonista a la poesía por parte de un tío.
Los principales amigos y compañeros de ruta de Lezama fueron Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera y el poeta y sacerdote español Ángel Gaztelú, que influyó enormemente en su formación espiritual. Lezama vivió plenamente entregado a los libros, a la lectura y a la escritura. Sus libros Enemigo rumor (1941), Aventuras sigilosas (1945), La fijeza (1949) y Dador (1960) constituyen hitos de la poesía iberoamericana en la línea barroca.
Póstumamente se publicó una novela incompleta, Oppiano Licario (1977), en la que Lezama desarrolló la figura de un personaje de ese mismo nombre que ya había aparecido en Paradiso. Poco después de su muerte, el poeta devino una figura imprescindible para la juventud intelectual cubana. Hoy se le recuerda mal y mucho menos de lo que merece la singularidad de su legado.
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