Un total de 643 cubanos han sido retenidos en Honduras desde enero a finales de diciembre de 2017 por atravesar ilegalmente el país con intenciones de arribar a México y finalmente a los Estados Unidos, informaron medios locales.
Según recoge el diario hondureño especializado en temas de migración Departamento 19, los cubanos fueron los que registraron mayor número de retenciones durante el 2017, seguidos por asiáticos y africanos.
Los datos fueron proporcionados por la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), que contabilizó un total de dos mil 747 detenciones en varios puntos de Honduras, en especial la zona fronteriza sur, el occidente y la capital.
La lista incluyó además a ciudadanos sirios, nepalíes, ghaneses, angolanos, somalíes y paquistaníes.
Se ha acentuado, de esta forma, el flujo de migrantes asiáticos y africanos que continúa utilizando a Honduras, no como país de destino, sino de tránsito en su objetivo de llegar a EE.UU., señala el medio.
Todos los migrantes retenidos por Fusina son puestos a disposición de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), donde se evalúa cada caso, aunque de forma general, reciben un salvoconducto que les permite una estancia hasta de 100 días en el país, explica.
El informe recuerda que, por su posición geográfica, Honduras es un lugar de paso obligado para los que buscan llegar a México y posteriormente a EE.UU por la vía terrestre. Muchos de estos emigrantes inician su travesía en avión hasta Ecuador o Brasil, desde donde continúan su viaje por tierra.
Las estadísticas establecen que, del 1 de enero al 30 de diciembre de 2017, los inmigrantes con mayor flujo que fueron retenidos son: 643 cubanos; 404 haitianos; 368 de Eritrea; 215 de Nepal; 136 de India; 134 del Congo; 128 de Camerún; 126 de Guinea; 62 de Pakistán; 55 de Somalia; 49 de Angola; 48 de Gambia; 45 de Ghana; 43 de Siria; 41 de Nigeria; 31 de Sierra Leona; 27 de Bangladesh y 24 de Liberia.
Aunque las rutas dependen de la procedencia de los flujos, en muchos caso aparece el llamado “coyote” o traficante de personas para cobrar cuantiosas sumas de dinero por llevarles en los diferentes trayectos por Centroamérica, según han declarado a Fusina en múltiples ocasiones los migrantes de tránsito.
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