El Senado de EEUU aprobó este jueves la renovación de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, que autoriza a "espiar" a los sospechosos de terrorismo. La medida ha encontrado voces opuestas por considerar que vulnera la libertad individual, de acuerdo con la agencia Reuters.
Pese a la críticas, este instrumento legal ha sido de los pocos puntos en común que han encontrado en el Congreso republicanos y demócratas. Preocupados ambos grupos por "la seguridad nacional" consiguió 65 votos a favor y 34 en contra y lo único que necesita para convertirse "nuevamente" en Ley es la aprobación este viernes del presidente Donald Trump. Si éste la ratifica una vez más, estará vigente otros seis años.
Conocida como FISA, la normativa vigente desde el 1978 y que Trump calificó como "necesaria", expiraba el próximo 19 de enero. Concebida como un programa de vigilancia, que permite recopilar información de extranjeros, a través de compañías estadounidenses como Facebook Inc, Verizon Communications Inc y Alphabet Inc's Google, la ley ha encontrado detractores que aseguran que se espían más personas de la cuenta, y que por tanto la privacidad "es invadida".
Gran parte de esta tesis parte de los testimonios brindados por Edward Snowden, quien en el año 2013 reveló que, por ejemplo, la compañía Verizon entregaba diariamente informes telefónicos, no solo de individuos sospechosos de terrorismo, o sobre los cuales pesara alguna sospecha de relacionarse con algún individuo sospechoso de terrorismo.
Las denuncias hechas por Snowden provocaron un verdadero revuelo, pues según se demostró, los servicios secretos estadounidenses habían desarrollado, con la anuencia de sus superiores, programas ultra sofisticados de espionaje, y que por tanto, no se limitaban a "precisar" la colaboración de las empresas telefónicas, pues contaban con "acceso directo" a los servidores de Google, Facebook, Skype, Microsoft y Apple.
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