Los sueños –y el tendón de Aquiles- de Yunier Pérez fueron a parar al inframundo este jueves. El 8 de febrero quedará como un punto rojo dentro de su trayectoria deportiva. Justo en el momento en que vivía su instante de gloria ya con la cédula de español, los fantasmas del terror tocaron su puerta y lo enviaron al mismísimo infierno.
El cubano nacionalizado se rompió en la Reunión Internacional Villa de Madrid. El tendón que une el gastrocnemio y el músculo sóleo al hueso calcáneo se achicó en el segundo menos esperado. Cuando “Yunito” había cruzado la línea de meta, cronometrado 6.58 para ganar su serie clasificatoria y el público aplaudía su demostración, el más famoso de los tendones se estiró y lo mantendrá fuera de acción por espacio de seis meses.
Mañana mismo, es decir, este viernes, Yunier Pérez será operado. A los 32 años, el oriundo de San José de las Lajas sentirá la presión de sobreponerse de la peor lesión de su carrera. “Estoy jodido, no queda otra que operarse, recuperares y regresar", dijo ensimismado al medio español Teledeporte.
“Estaba en mi mejor momento", alcanzó a decir, ¿y quién lo duda? Pérez había batido en dos carreras consecutivas el antiguo récord nacional de España en los 60 metros planosbajo techo y hacía menos de una semana estampado un excelente 6.52, primacía actual y una de las mejores marcas del temporada invernal.
Triste, también algo resignado, el cubano abandonó el Centro Deportivo Municipal Gallur de la capital española. La pista sintética La Latina malogró una temporada que venía siendo cuando menos, espectacular. Una imperfecta forma de decirle adiós al circuito World Indoor Tour de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, IAAF. Una manera muy dolorosa de despedirse de los sueños de toda una vida.
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