Salomé Lema tiene 84 años y es muy conocido en Sancti Spíritus. Siempre va acompañado por su burro Milagros que, según cuenta al periódico local Escambray, es muy selectivo: "Sabe mucho, no sé cómo se las arregla: si es un extranjero quien se sube, él se queda quietecito, pero un cubano no se puede montar, el cubano que se monte lo tira al suelo”, comenta su dueño.
Los dos, Milagros y Salomé, son personajes muy populares en la ciudad. El burro debe su nombre a que está vivo por puro milagro. Salomé lo crió desde que tenía apenas unos meses de nacido. Un tren mató a su madre y la cría se acurrucó junto a la burra debajo del vagón. Alguien se dio cuenta a tiempo y eso le salvó la vida. Desde entonces anda para arriba y para abajo con Salomé.
La madre de Milagros acompañaba a Salomé a llevar mensajes a los rebeldes en 1958, a las montañas espirituanas. Incluso una vez tuvo que llevarle una pistola a Faure Chomón y lo detuvieron dos policías. El arma iba en una alforja de la burra, pero él se las apañó para sacarla sin que se dieran cuenta. "Pasé tremendo sofoco", reconoce.
No todos han sido buenos recuerdos junto a Milagros. En una ocasión en la que el burro estaba en celo, él lo encerró y al volver, el animal lo mordió en un hombro y lo lanzó de cabeza. Tuvo que castrarlo.
Salomé trabajó durante 30 años en el tejar de Trinidad. Al jubilarse decidió dedicar su tiempo a mostrar su burrito a los visitantes. Lleva 20 años haciéndolo. Algunos le dan propinas y otros no. La gente se hace fotos con él y le canta: "Con su burrito, Salomé va a Belén".
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