Los vecinos de Nikolas Cruz, el joven de 19 años que este miércoles 14 de febrero mató a tiros a 17 personas en la escuela Marjory Stoneman Douglas High School, de la ciudad de Parkland (30.000 habitantes), Florida, tenía amenazado a todo un barrio. Acosaba al vecindario, amagaba con dañar sus autos o herir a sus mascotas. Hasta en una docena de ocasiones estos llamaron a la Policía.
Ninguna fuerza policial entendió que los signos de violencia que mostraba el joven podían terminar en una masacre. Tampoco repararon en que éste se jactaba de sus armas y sus prácticas de tiro en sus redes sociales. De hecho, un vecino hizo una captura de pantalla de un vídeo que Nikolas Cruz colgó en YouTube y lo envió al FBI. Los agentes se entrevistaron con el denunciante, pero ahí quedó la investigación.
Ninguno de sus compañeros se asombró al enterarse de que Cruz era el asesino.
Nikolas Cruz fue expulsado de la escuela Marjory Stoneman Douglas donde había estudiado, por amenazar a sus compañeros, según unos o por pegar al nuevo novio de su ex novia, según otros. El caso es que después compró un arma y supuestamente comenzó a participar en simulacros paramilitares de una organización de supremacistas blancos, según recoge wsvn.com.
El líder de esa entidad, Jordan Jereb, comentó que el autor de la masacre de Parkland tenía problemas con una muchacha, de ahí que eligiera el día 14 de febrero para cometer su crimen.
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