Nicaragua se entera primero que los cubanos de quiénes están en el equipo Cuba

Revelar una selección nacional de béisbol en Cuba equivale al secreto de la muerte de Kennedy o el misterio del Apollo XIII. Siempre ocurre algo nuevo entre esconder la información o entre la barrera que divide a la Comisión Nacional con la prensa en Cuba. Lo cierto es que con vistas al nuevo tope entre Cuba y Nicaragua entre el 23 y 25 de este mes, primero se conoció del equipo Cuba en las calles de Managua que en la misma Isla.

Varios periodistas mostraron su enfado ante la repetitiva e incambiable actitud de los dirigentes del béisbol en Cuba, una federación que nunca ha tenido jurisdicción en sus decisiones, cosa que ya lo sabe hasta un anciano de 90 años sentado en los bancos de un parque cualquiera. Luego en el noticiero del mediodía, el colega Aurelio Prieto Alemán realizó una entrevista al comisionado Yovani Aragón sobre la confección de la nómina que jugará en Nicaragua.

Entre sus preguntas nunca estuvo una como: "¿Por qué siempre tanto secreto para publicar un equipo Cuba?" Que dilema siempre el nuestro con los equipos Cuba y con las llamadas y con las miradas en el clubhouse. También Aurelio pudo haber dicho: "Realmente Aragón, usted cree que es razonable el silencio de un Cuba que irá a un Tope de Preparación. En serio. ¿Qué es esto? ¿Los Juegos Olímpicos? ¿El Clásico Mundial? ¿Por qué la prensa de otro país conoce algo sobre nuestro país antes que nosotros mismos?

Pero Aurelio Prieto no se saltó el formato (creo que nunca lo ha hecho) y el señor Aragón habló politicamente lo mejor que pudo. Él nunca hizo las preguntas que debía hacer. Nada cambia, nada nunca cambia. Nadie nunca responde las preguntas de por qué se sigue desinformando, cuál es la razón ilógica para ocultar al pueblo los gentiles nombres de los seleccionados a un Tope Bilateral de tres días que dentro de 3 meses no recordarán ni los mismos peloteros.

Esto es una derrota para todos. Es un fallo inextinguible para los que leen y los que miran, los que escuchan y los que piensan. Un insulto a la inteligencia de los periodistas, a ellos mismos, y al béisbol.