El examen de autopsia practicado al niño español Gabriel Cruz, cuyo cadáver fue localizado ayer domingo tras doce días de intensa búsqueda, ha revelado que murió estrangulado.
Las autoridades han dado a conocer que el pequeño falleció el 27 de febrero, es decir, el mismo día en que desapareció. Hasta el momento, la única sospechosa del asesinato es Ana Julia Quezada, pareja del padre del menor.
En el auto de Quezada fue hallado el cuerpo del niño, cuyo cadáver tenía restos de tierra. La mujer ―de 43 años y de origen dominicano― fue detenida cuando intentaba trasladar el cuerpo.
Medios de prensa destacan que los investigadores incluso observaron cómo sacaba de un pozo el cuerpo del pequeño envuelto en una manta y cómo lo metía en el maletero de su vehículo.
El horrible crimen ha conmovido a la sociedad española e incluso ha abierto una nueva línea de investigación por la muerte de una hija de cuatro años de la presunta asesina, hace 22 años, cuando la pequeña cayó desde el balcón de la séptima planta de un edificio.
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