Dios permita un equipo unificado (Infielders)

Vistos los receptores en la entrega anterior, le propongo el repaso de quiénes podrían integrar el infield del Team Cuba al Clásico Mundial de 2021.

Ante todo, aclaro que me incliné por siete (y no ocho) jugadores por un par de razones: una, que la mayoría de mis seleccionados son hombres que han probado su capacidad para desempeñarse en más de una posición; la otra, en aras de otorgarle una plaza más a los jardines, donde se concentra buena parte del calibre de fuego de nuestra pelota.

Comienzo ya...

En la inicial, no creo que alguien dude que existe un general llamado José Dariel Abreu, el cual llegaría al evento con 34 abriles y aún estaría seguramente apto para asumir turnos de responsabilidad en el equipo.

Otro elemento de los Medias Blancas, el joven Yoan Moncada, no va a tener oposición para gozar de la titularidad en la intermedia. Ojo: para ese entonces el ambidextro cienfueguero va a lucir más educado en términos de paciencia y discriminación, y sospecho que en 2018 está abocado a su primera campaña ligamayorista de 20 jonrones.

Llegamos a las paradas cortas y encontramos dos cartas -para mi gusto- imprescindibles: José Iglesias (Detroit) y Adeiny Hechavarría (Tampa). Dentro de tres años ambos van a tener 31 almanaques vencidos, y por ende todavía serán capaces de fildear para averages próximos a .980, sin mermas suficientemente significativas en sus desplazamientos como para cederle espacio a piezas emergentes como Alfredo Rodríguez (Cincinnati).

La custodia de la tercera almohada le corresponderá al fornido Yandy Díaz. El de los Indios vivirá a la sazón su madurez atlética, y su evidente progresión permite vislumbrar que ya habrá estabilizado números de slugging superiores a 400 puntos.

Me restan dos cupos y –aquí viene lo más controversial- ninguno de los dos recaerá en Kendrys Morales o Yulieski Gurriel. (Obviamente, si el Clásico se fuera a disputar mañana, los dos tendrían puesto fijo en la novena. Mas recuerde, el evento no será hasta 2021)...

En mi opinión, Morales habrá visto pasar para esa fecha sus mejores momentos con el bate -ahora mismo está al borde de los 35-, y habrá figuras más calificadas para encargarse de la misión de designado.

Mientras tanto, en virtud de que Abreu es inamovible como inicialista, Gurriel tendría que ganarse su boleto en la intermedia o la antesala, dos bases por las que transitó indistintamente en las escuadras nacionales. Cuando pase un trienio, no hace falta ser ducho en materia beisbolera para saber que con Moncada no podría contender, y que los años sin defender el tercer saco lo inhabilitarían para ocuparse de una posición tan rigurosa.

Así pues, ¿quiénes se quedarían con los boletos que me restan?

Ante todo, se requiere un utility y hay variadas opciones: Luis Yander La O (Texas), José Miguel Fernández (Anaheim), Lourdes Gurriel Jr. (Toronto)... Está el caso también de Andy Ibáñez, un camarero en pleno ascenso con la organización de los Rangers. Inclusive el de Alexander Guerrero (Gigantes de Yomiuri), quien después de no dar la talla en el Big Show hace una carrera exitosa por Japón. Sin embargo, yo me voy a inclinar por la experiencia competitiva y la probada versatilidad de Aledmys Díaz, perteneciente hoy a los Azulejos.

Por último, el séptimo ticket lo he dejado para un muchacho de veinte años cuya explosión como bigleaguer está a la vuelta de la esquina. El primera base Yordan Álvarez, un tunero gigantesco firmado por los Astros, ya asistió al Juego de Futuras Estrellas y viene 'reventando' las Menores con secuencia de .309/.391/.483 entre las clases Rookie y A Avanzada. Sé que a algunos le va a parecer sorpresiva esta elección, pero me atrevo a asegurar que en 2021 todo el mundo que hable del equipo unificado querrá tener en el dugout a un slugger zurdo de tanta calidad.

Espere pronto mi selección de jardineros.