¿Había pensado alguna vez que podía operarse cualquier parte del cuerpo mediante la hipnosis? El doctor cubano Ángel Soto tiene la respuesta. Este cirujano maxilofacial del hospital Manuel Fajardo, de La Habana, ha intervenido quirúrgicamente a varios pacientes mediante esta técnica y ha alcanzado los mismos resultados exitosos que pueden obtenerse con una operación tradicional con anestesia
“Yo uso la hipnosis en un paciente que esté de acuerdo y tenga una justificación para su uso. Se utiliza generalmente en extracciones de piezas dentales, pero podemos realizar mediante la hipnosis cualquier intervención quirúrgica”, explicó el veterano doctor al programa Pasaje a lo desconocido de la televisión cubana.
“No utilizamos la hipnosis en competencia con la anestesia. Es una herramienta con la que usted lleva al paciente a un estado de conciencia y uno puede regular sus signos vitales, subir y bajar la presión arterial y aumentar o disminuir el sangramiento o la frecuencia respiratoria. Es decir yo puedo trabajar sobre los signos vitales”.
El médico explica que la operación mediante la hipnosis es posible porque se deprime la corteza cerebral y el paciente no siente ningún dolor.
“El paciente llega con su consentimiento informado y empezamos con las pruebas para ver si puede someterse a este proceder. Si son positivas lo llevamos a la inducción hipnótica, que es el procedimiento que conduce a la hipnosis. En un tercer grado de profundidad mantenido se puede hacer cualquier tipo de cirugía. En este grado se deprime la corteza cerebral y los estímulos dolorosos no se producen”, argumenta Soto.
El cirujano dice que ha operado pacientes con hernias, lipomas (tumores benignos) aparte de las extracciones dentales. Su explicación estuvo acompañada del video de la extracción de una pieza por el dentista tras la cual el paciente no sentía dolor ni recordaba el proceso de la intervención.
El descubrimiento de la hipnosis se remonta a la Francia del Siglo XVIII y su aplicación siempre ha estado envuelta en la polémica, porque algunos especialistas no han creído que su uso sea verdaderamente efectivo. En la actualidad se emplea en la psicología y psiquiatría y en la medicina europea y estadunidense se ha utilizado desde la década del 90 con fines quirúrgicos.
En Cuba el Dr. Ángel Soto está en la primera línea de esta práctica y asegura que un paciente que cumpla los requisitos postoperatorios está seguro en sus manos si se decide a operarse mediante esta técnica centenaria.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: