Sue y Keith Brewer son dos turistas británicos que han pasado unas vacaciones en Cuba que le han costado unas 3.000 libras (4.2345 dólares). Ahora quieren que el turoperador TUI, que les vendió el viaje, les devuelva el importe íntegro porque la mujer, de 61 años, asegura que sufrió diarreas tras bañarse en una piscina del hotel Grand Memories Varadero. Según dijo al diario The Sun, tenía el agua verde.
Sue explica que nada más entrar en la piscina de una de las instalaciones hoteleras más lujosas de Cuba, inmediatamente se dio cuenta de que algo no iba bien.
Al salir preguntó al personal del hotel y le contestaron, siempre según lo publicado por The Sun, que no había cloro para echarle al agua. Por precaución, los trabajadores del Grand Memories Varadero, tras su queja, prohibieron acceder a la piscina.
Sue Brewer fue trasladada en una ambulancia a un centro hospitalario cubano, donde apunta que pasó todo un día aquejada de diarreas. Al llegar a Reino Unido, esta pareja de Ebbw Vale, una ciudad de unos 33.000 habitantes en Gales del Sur, intentó que la agencia TUI le reembolsara el dinero que reunieron durante todo un año para pasar unas vacaciones de ensueño en un hotel al que ahora dicen que no darían ni una estrella de las cinco que tiene. La mujer afirma que había moscas en el restaurante y que las mesas se limpiaban "con un trapo sucio".
Aunque la agencia de viajes había cerrado el caso, tras el impacto de su publicación en el periódico The Sun, ha dicho que lo volverá a estudiar.
CiberCuba se puso en contacto con el Hotel Grand Memories Varadero, pero no ha recibido una respuesta con su versión de lo ocurrido.
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