Una amplia y moderna fábrica de mezcla asfáltica con tecnología italiana valorada en un 1.743.000 dólares ha sido instalada en el municipio de Esmeralda, en Camagüey, pero con el único objetivo de satisfacer la demanda en el sector turístico de la cayería norte del país.
La edificación, con capacidad para producir 160 metros cúbicos de material por hora, se levanta junto a un también novedoso molino de arena, granito y piedra ubicado en la cantera de Jiquí, informó el periódico local Adelante.
La producción de esta industria también beneficiará a unos 530 kilómetros de carreteras y accesos internos, aunque solo de aquellos municipios vinculados a las obras hoteleras del territorio.
El Gobierno cubano conoce el mal estado en que se encuentran las calles y carreteras de todo el país. El pasado 19 de febrero el diario oficialista Granma publicó un artículo titulado ¿Un cementerio sobre el asfalto? en el que denunciaba el incremento de accidentes de tránsito por esta causa.
Los baches han obligado incluso a cerrar en la Isla tramos de carreteras de amplia circulación. Así sucedió en Sancti Spíritus, en un importantísimo acceso entre la Carretera Central y la Autopista Nacional por donde transitan más de 2.000 vehículos diariamente, que en octubre tuvo que clausurarse durante un mes para reparar los enormes socavones que tenía.
La desesperación de los afectados los lleva a denunciar ante la prensa hechos similares. Pablo Andrés Fernández, vecino de Habana del Este, denunció a Juventud Rebelde su agonía para visitar a su madre en el municipio holguinero de Calixto García: nadie quiere llevarlo al pueblo de Mir y de Monte Alto donde vive la anciana, pues los agujeros hacen el camino intransitable.
Otro vecino de Contramaestre, en Santiago de Cuba, escribió al diario Granma para mostrar su preocupación ante la que él –chofer de profesión– considera la peor carretera del país, que va de Palma Soriano a Santiago, y que está destrozando los ómnibus Yutong.
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