Se llama Luisa y ha sido bautizada en Santiago de Cuba nada más y nada menos que a sus 99 años. La nueva sierva de Dios ha recibido el sacramento del bautismo en la parroquia de San José Obrero, que da apoyo espiritual a los vecinos del sureste de la capital santiaguera, incluyendo la zona del litoral hasta los límites con Guantánamo.
La noticia, publicada en el muro de Facebook del Arzobispado de Santiago de Cuba, se ha llenado inmediatamente de bendiciones. Brunilda Sarandeses, una de las seguidoras, además de desearle muchas felicidades a la recién bautizada, aseguró que este bautizo "demuestra que no importa la edad para recibir a Dios en su corazón".
A Luisa se le ve fuerte y en las fotos difundidas por el Arzobispado, posa con una vela grande entre las manos. Ella, que nació en el año 1919, ha sido testigo de casi todos los gobiernos cubanos, exceptuando los de Tomas Estrada Palma (1902-1906) y el de José Miguel Gómez (1909-1913) ya que vivió sus dos primeros años de vida bajo el mandato de Mario García Menocal (1913-1921).
Todo lo demás lo ha vivido. Lo ha visto casi todo de Cuba. Y ahí sigue con fe y dispuesta a cambiar su vida.
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