Cuando todo indicaba que Leonys Martín tenía sus días contados en el mejor béisbol del mundo, el villaclareño ha empezado a derribar el muro de las apariencias bate en mano.
En 2017, un dilatado slump colocó su carrera ligamayorista al borde del abismo. Tanto, que perdió la titularidad en Seattle y acabó siendo enviado a los Cachorros, donde Joe Maddon le dio alguna que otra oportunidad como recambio. Ciertamente, sus números de esa temporada (.172/.232/.281) no provocan otra cosa que vergüenza.
“Nunca voy a olvidar el pasado abril. Es algo que recordaré toda la vida”, ha dicho el propio Leonys.
De una campaña para otra, había pasado de ser un centerfielder de todos los días y con opciones de Guante de Oro, a convertirse en un agente libre de dudosas prestaciones. Aquellos campeonatos sucesivos (2013-2014) de más de treinta robos parecían tan lejanos de sus posibilidades como un trofeo de la Serie Mundial para los Marlins de Jeter and Co.
Pero los aires de Detroit, el equipo que lo contrató en el invierno por 1.75 millones, le han sentado de maravillas al veterano jardinero. Poco a poco va acomodándose a la enorme pradera del Comerica Park, y su madero está rebasando expectativas en las funciones de leadoff.
Cumplidos 15 encuentros, Leonys batea .295 y su OPS excede con holgura los 800 puntos que jamás ha vencido en un curso como jugador a tiempo completo. Ha anotado en una docena de ocasiones, y tan buenos augurios lo acompañan que acaba de lograr su primer Grand Slam luego de dos intentos malogrados por los guantes de Mike Trout, en 2016, y George Springer, un año antes.
De momento, navega a toda vela. En plena reconstrucción, los Tigres se sienten a gusto con lo que viene produciendo para ellos, aunque seguramente no vacilarán en condenarlo si se hunde nuevamente en algún bache. Prolongar la “dulzura” de su swing, multiplicar la disciplina en home y hacer más contactos con la Rawlings, son ahora mismo las misiones esenciales de Leonys, un pelotero mucho más virtuoso que el que nos enseñó en el curso precedente.
Ya lo sé que es temprano (muy temprano), pero algunos ya empiezan a postularlo para el Comeback of the Year.
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