Sangre Gurriel

El debut de Lourdes Gurriel Jr. en Grandes Ligas quedará en la memoria de todos por ser particularmente especial. Porque primero no era el momento ni la situación más pensada para ser promovido con los Blue Jays de Toronto ni tampoco por ser un complicado desafío debutar donde siempre soñaste hacerlo y corresponder de tal manera.

El frío era el principal enemigo. Desde que el choque arrancó, Gurriel Jr. no paró de frotarse las manos buscando calor dentro de sí mismo. Lo otro fue en Yankee Stadium: una de las mecas del béisbol con 39.197 aficionados y los New York Yankees, el conjunto más ganador de todos los tiempos, quizá el primer equipo de MLB que oyó nombrar Gurriel Jr. en la infancia.

John Gibbons alineó al menor como 9no bate y segunda base. Como defensor y sin aviso recibió tres conexiones por su zona en el mismo inicio. Dudó en la de Gregorius, un rolling a su izquierda que logró forzar al corredor en segunda, pero se notó la carga entra-terreno que poseía.

El primer turno al bate fue uno bueno. Ante Sonny Gray en la alta de la 3ra entrada sacándole cuatro lanzamientos y pegar una línea hacia el jardín central. La prueba oficial llegó en el 4to inning, corredores en segunda y tercera y su equipo cayendo 4x3 ante los Yankees. Gray le lanzó una recta el medio que Gurriel inmortalizó con rodado fuerte al central impulsando dos compañeros.

Salió la conexión y corrió incrédulo hacia la primera almohadilla, el coach lo felicitó, cruzó sus brazos y miró al cielo de Nueva York y pronunció la conocida rutina de “Gracias Dios”. Luego sonrió y dio par de palmadas aplaudiendo su gesta y con una sonrisa infantil de “¿Será un sueño?”.

La pelota fue tirada al banco de los Blue Jays, recorrió varias manos hasta ser etiquetada como “Primer hit en MLB”.

El segundo examen de la noche fue cuando los Yankees empataron y en la alta de la 5ta, Toronto necesitó que Gurriel Jr. empujara al menos una carrera con las bases llenas para tomar la delantera. El relevista Domingo Germán lo tuvo preso en dos strikes sin bolas y definió con una sinker en la parte externa de la zona y allí palpitó la sangre Gurriel. Lourdes Jr. conectó la enrevesada sinker hacia la banda opuesta y la pelota corrió entre primera y segunda.

Para Lourdes Gurriel Jr. hubo presión, miedos, alteraciones, incertidumbre, pero también tuvo la preparación, comprensión del momento, y entendimiento de lo que podía hacer. El próximo desafió después de la surrealista noche del 20 de abril de 2018 será extender su tiempo en las Mayores.

Gurriel Jr. se convirtió en el primer jugador desde J.P. Arencibia (2010) que debuta con Toronto y empuja tres carreras. La ilusión se transformó en realidad y aunque la sangre se mantuvo en el mismo lugar corriendo de una arteria hacia otra, el momento de debutar no importa cuando naciste listo para eso.