Hace dos semanas el periódico local de Cienfuegos, 5 de Septiembre, alertaba a las autoridades que uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad se iba a derrumbar porque la burocracia no había permitido solucionar el problema.
Se trata del inmueble donde radica la oficina provincial de Havanatur. Arriba, en el segundo nivel, vive una familia. Según el reporte, el jefe de la oficina no dejaba que las autoridades de vivienda inspeccionaran el local.
Ahora, el mismo periódico ha publicado una nota aclaratoria en la que aseguran que el reportaje había suscitado “varias inquietudes” y que ellos accedieron a la documentación y “el resto del local se encuentra debidamente reforzado y sin riesgo alguno”.
El citado medio parecía restarle importancia al hecho asegurando que “no se trata de un derrumbe total del inmueble, sino de la parte posterior de esta, en específico el área donde está ubicado el apartamento 2, que resulta ser el único en tal situación”.
El temor de esta familia, que fue centro de atención en el anterior reportaje, ahora parece ser el consuelo. No se caerá completo: el derrumbe será parcial.
Según el informe citado en el primer texto, “el entresuelo de viga y tablazón cimbra al caminar por encima del segundo nivel, existe una concentración de humedad alrededor del bajante sanitario al cual descargan la cocina y el baño de arriba, y la mayoría de las viguetas presenta un alto nivel de ataque de los agentes xilófagos (insectos) sobre su estructura de madera”.
Si las partes no se ponen de acuerdo antes de que se otorguen las licencias de construcción de 2018, el edificio quedaría como obra paralizada en 2019 y los trámites entonces no se sabría cuando pudieran concluirse para comenzar a trabajar en el lugar.
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