Para muchos en Cuba, las vacaciones de verano están limitadas a los campismos populares. A todo el que no puede pagarse hoteles, casas de alquiler en lugares turísticos de la Isla o viajes fuera del país, no le queda de otra que recurrir a estas instalaciones estatales.
Por eso no es de extrañar que a casi dos meses de comenzar la etapa vacacional ya estén llenas las cinco bases de campismo de la provincia de Matanzas, con capacidad total para unas 488 personas.
Estos campismos también son solicitados por habitantes de La Habana y Cienfuegos y entre ellos se encuentran algunos de los que más popularidad tienen en la región occidental.
Bacunayagua, Faro de Maya, Río Canímar, Canímar Abajo y Río San Juan, son las cinco bases de campismo de la provincia, cuyas principales debilidades radican en la escasez de medios recreativos, limitaciones en la transportación y mal estado de redes hidráulicas, de acuerdo a los resultados de encuentas realizadas a los clientes durante el pasado mes de abril.
A pesar de que la mayoría de los campismos en el país se encuentran en condiciones lamentables y que son una institución en continua decadencia, con problemas estructurales en las instalaciones, escasez de agua y poca comodidad, lo cierto es que muchos cubanos encuentran en ellos una alternativa de escape al día a día y una divertida manera de pasar sus vacaciones en contacto directo con la naturaleza.
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