Médicos cubanos de misión en Uruguay enfrentan el rechazo de profesionales locales por irregularidades jurídicas en su contratación, así como por la preparación que reciben en Cuba, que a decir de algunos especialistas “no está regulada por la OMS”.
Se trata principalmente de especialistas en amputaciones y prótesis, contratados desde el año 2011 por el Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay (Mides) en convenio con el Ministerio de Salud de Cuba para potenciar las prestaciones ortopédicas a las personas más vulnerables del país suramericano.
Según recoge el diario local El Observador, las autoridades uruguayas insisten en que el contrato se fundamenta sobre las bases de que Uruguay no cuenta con especialistas de ese tipo por falta de formación.
Aunque continúa funcionando hasta la actualidad, el convenio con Cuba fue criticado por el Tribunal de Cuentas (TC), órgano de control externo o Entidad fiscalizadora superior del país, por no contar con la habilitación de la Asamblea General, un requisito indispensable.
En 2013 llegó la primera advertencia, el TC apuntó formalmente la ausencia del visto bueno de la Asamblea General y, recordó, además, que la Constitución uruguaya no permite que se ejecute ningún acuerdo sin tener antes la remisión de antecedentes que elabora el propio TC. Cosa que tampoco tenía.
“Los cubanos especializados en amputaciones llegan a Uruguay cada dos años en brigadas de tres, cuatro o cinco técnicos. Desde hace siete años Uruguay les paga todo. El pasaje aéreo y su alojamiento ‘con todas las comodidades y servicios necesarios’, según el pacto. También los gastos que deriven del domicilio, sus comidas y todos los transportes que realicen dentro del país. Y los costos asociados a instrumentos que se requieran para operar, y un sueldo, además de una partida económica para que los cubanos reciban medios de prensa, se vayan de vacaciones y tengan un ayudante para realizar sus tareas”, señala el texto.
En tal sentido, el diputado local Martín Lema solicitó un pedido de informes a finales de mayo para conocer, por qué desde 2011 funciona un acuerdo que no tiene permiso para aplicarse; cuánto dinero le cuesta al Estado financiarlo; por qué no se priorizan los médicos uruguayos u organismos de salud nacionales.
El director del Centro Nacional de Ayudas Técnicas y Tecnológicas (Cenatt), Ricardo Ottonello, explicó a El Observador que la disciplina que desarrollan los cubanos corresponde a un capítulo muy específico dentro del universo de las prótesis que en Uruguay no se capacita formalmente.
"Los cubanos tienen una licenciatura en prótesis, una carrera de cinco años que en Uruguay no existe. A partir del convenio comenzaron a haber técnicos uruguayos capacitados en esta área", dijo.
Pero esta opinión no es compartida con otros especialistas traumatólogos de la nación suramericana. “En Uruguay hay protesistas de primer nivel, eso no se puede negar", dijo el doctor Mario Schimachak ex jefe del taller de prótesis del Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología de ese país.
"Por supuesto que en Uruguay hay excelentes técnicos que están calificados para hacer lo que realizan los cubanos. Aparte de que nos supone un presupuesto millonario, perfectamente esas tareas podrían realizarse por compatriotas", dijo por su parte el galeno local licenciado en artrosis y prótesis Macelo García.
El especialista indicó que, si bien los médicos uruguayos capacitados para suplantar a los cubanos no están certificados para hacerlo, “la verdad es que los cubanos tampoco lo están”. “Lo que estudian en Cuba es un diploma que no está regulado por la OMS", raseveró.
El traumatólogo Alberto Fernández opinó igualmente que ha “escuchado muy poco” sobre la labor de los cubanos. "Uno puede venir a Uruguay y decir que pinta como Van Gogh, pero alguien después tiene que controlarlo. Quién evalúa esas prótesis, qué certificado tienen para ejercer. Yo no recuerdo oír de ellos en ningún congreso científico del ámbito local", dijo.
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