La Fábrica de Arte Cubano y la Embajada de Noruega apoyaron esta muestra fotográfica personal del fotógrafo tunero Michel Johnson. La Muestra se titula La torre de marfil y se expone desde el 7 de junio hasta el primero de julio, en la Fábrica, bajo el exergo “No se trata de erotismo sino del cuerpo”.
Conformada a partir de bailarines y bailarinas en poses de ballet, o de danza, las fotografías, cada una de ella, porta un título sugerente para el espectador, que podrá así asociarlas a otros discursos artísticos como el ballet, el teatro, la mitología griega, esta última un motivo dominante a la hora de apreciar la belleza del cuerpo desnudo, en posición danzante.
De esta manera, las fotografías, al menos las apreciables en el catálogo que acompaña la muestra, se titulan, por ejemplo, Cronos, Egida, Universo e Invierno, como sugiriendo un hilo interpretativo que le permita al espectador asociar estos bellísimos desnudos, casi todos favorecidos con una suave luz lateral o cenital.
Entonces, de acuerdo con su apelativo, Cronos es un escultural bailarín cuyo raudo movimiento de avance se ve detenido en la instantánea; Égida muestra a otro bailarín que se ha despojado de la coraza de piel de cabra que los griegos llamaban así, y él mismo simula al animal cornado, como también ocurre en Capricornio.
Universo propone un dueto mujer-hombre con una impresionante cargada, donde sobresale la naturalidad del gesto, la facilidad de la marcha. Duendes, Encuentros, Torre de marfil, Espejos y Sin movimiento se titulan otras de las fotografía expuestas en esta muestra donde triunfa la belleza del cuerpo atrapada por la luz en medio de sugerentes movimientos.
La fotografía titulada Torre de marfil, muestra de espaldas, a una preciosa bailarina, en el momento del salto, de cobrar altura y tomar aire y quién sabe si alzar vuelo, por lo menos en la imaginación.
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