A la presa política Lisandra Rivera, quien está en la cárcel para mujeres de Camagüey cumpliendo una condena por el presunto delito de atentado, las autoridades le han negado la entrega de unos artículos de primera necesidad que su esposo le llevó.
Su pareja, Yordanis Chávez Roll, denunció a Martí Noticias que ella le había pedido un par de zapatos y dos de chancletas, una toalla y un medicamento contra la sarna, y él se los llevó en la última visita a la prisión.
Aunque los artículos fueron aceptados y recibidos por los responsables del centro penitenciario, más tarde su esposa lo llamó para informarle que no se los habían dado.
Para su pareja esta acción constituye una forma más de hostigamiento contra la activista, a la que no solo la mantienen encarcelada injustamente, sino que además buscan la forma de dificultarle la vida.
Rivera, de 28 años y miembro de la Unión Patriótica de Cuba, fue condenada por defender a unos cuentapropistas a quienes la policía les estaba quitando sus productos, hecho que sucedió en diciembre de 2016 en Santiago de Cuba.
Hace unos meses su madre, Damaris Rodríguez, denunció el maltrato que sufrió su hija en la cárcel de mujeres de Mar Verde, en Santiago, donde fue golpeada por los agentes y llevada a una celda de castigo.
Posteriormente fue trasladada al penal de Camagüey.
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