Dos sepultureros y cuatro funcionarios de servicios necrológicos en el capitalino municipio de Guanabacoa fueron sancionados luego de que un doliente presentara quejas a la prensa nacional por el maltrato que recibió en el entierro de un familiar.
Según denunció al periódico Granma, el habanero Nelson Monte se vio obligado a sellar personalmente la bóveda de su difunta suegra, luego de que los sepultureros se retiraran del lugar sin terminar el entierro alegando que el cementerio “hace más de un mes” no tenía materiales de la construcción.
“Todos nos quedamos asombrados, los sepultureros no sellaron la bóveda con cemento, como corresponde y resulta lógico, no solo por un elemental mecanismo de control epidemiológico, sino además por la seguridad y preservación de los restos humanos”, relató el hombre a la sección Cartas a la Dirección.
Al ver que los trabajadores se retiraban y dejaban el trabajo sin terminar, “los allí presentes reclamamos, fue entonces que se nos informó que hace más de un mes no tenían ni cemento ni arena”, agregó.
Según contó Monte, esto originó una larga discusión, por lo que decidió realizar él mismo el trabajo junto a sus hijos. “Casi al mediodía fui a mi casa y traje los materiales necesarios para sellar la bóveda, por supuesto, a esa hora tampoco estaban los sepultureros, por lo que con mis hijos realizamos el trabajo”, dijo.
Tras quejarse y ser peloteado ante distintas autoridades de la municipalidad, a Monte no le quedó otra que acudir a la prensa, una denuncia que fue respondida poco más de un mes después del lamentable suceso.
Según aseguró Yosleidy de León Arriera, la vicepresidenta para el Órgano de la Administración de Guanabacoa, “ciertamente existen una serie de violaciones a diferentes instancias, pues en tema tan sensible para la población como lo es la pérdida de un ser querido, lo más sensato es proporcionar un trato que al menos alivie y sirva de apoyo”.
“Los familiares realizaron el trabajo de sellado de la bóveda de forma personal, de cuyo acto ni siquiera el administrador del cementerio tuvo conocimiento hasta el momento de publicada la queja en la prensa, quedando demostrado que no existía control en el cementerio de lo que en su interior sucedía”, enfatizó la funcionaria.
También trascendió en la respuesta la inadecuada atención y tratamiento a la queja emitida por Monte, quedando totalmente desprotegido de lo resuelto en la Resolución 30/2002, sobre el proceder con las quejas en la sede municipal; así como la falta de seguimiento por parte del personal competente a la atención, tramitación y respuesta oportuna de la situación.
En tal sentido, fue removida definitivamente a un cargo de inferior categoría la jefa de Servicios Necrológicos de Dirección Municipal de Servicios Comunales y fue trasladado a otra plaza de menor remuneración el administrador del cementerio.
Asimismo, fueron sancionados con una rebaja del 25% del salario por un periodo de un mes los sepultureros involucrados, Artemio Espinoza Saldiñas y Víctor Zamora Herrera. También fueron amonestados la directora municipal de Servicios Comunales y el vicepresidente de Control y Fiscalización, y la directora de la Dependencia Interna.
El Consejo de la Administración Municipal ofreció finalmente “sinceras disculpas por los disgustos ocasionados a los familiares”, admitiendo la inadecuada manera de tratar este asunto por los implicados.
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