Este 1 de julio comenzó oficialmente la temporada estival en Cuba. Como cada año, coincidiendo con los dos meses de descanso docente educativo, el gobierno diseña una programación recreativa que pretende ser atrayente para las mayorías, pero que, por el contrario, cada vez se distancia más de las reales expectativas del pueblo.
Si bien el eslogan de cada verano en Cuba asegura algo así como que ese será el mejor de todos cuantos se hayan disfrutado con anterioridad, en Villa Clara los presupuestos no pueden ser peores esta vez: Las considerables afectaciones provocadas por eventos climatológicos recientes, ha sido la principal excusa esgrimida por las autoridades para el desarrollo de un verano “menos ambicioso” que otros precedentes.
No obstante, los funcionarios han tenido el tino de escoger aquellas actividades que “no pueden faltar” para hacer de estos meses un período realmente placentero “tal y como lo merece nuestro pueblo trabajador, luego de las vicisitudes afrontadas en los últimos meses”, explicó Mariela Fonseca, funcionaria del gobierno en la provincia, quien compareció junto a otros directivos del territorio en la emisora radial CMHW para referirse a la programación veraniega.
En tal sentido, dijo la funcionaria, se ha priorizado la reanimación de las zonas de baño, ferias gastronómicas y actividades de recreación sana como las carreras de saco, o los bailes de la escoba.
“No pueden ser menos ridículos, se quedaron en los 70”, explica Iosvany, estudiante de tercer año de medicina, y quien no concibe otra mejor manera de pasar estos meses que en casa, disfrutando del mundial de fútbol mientras dure, o viendo las series y películas que vienen en el paquete. “Porque no hay ni una programación televisiva que valga la pena”, asegura el joven.
Otros, sin embargo, prefieren irse hasta alguna de las siete bases del campismo popular en la provincia, instalaciones que dicho sea de paso se declararon listas para afrontar el verano, según dijo Arsenio Quintana director de la empresa de campismo en la provincia quien aseguró al tiempo que permitirán a los vacacionistas que lleven sus ventiladores particulares, pues no alcanzan los existentes para cubrir todas las cabañas.
El directivo explicó además que ya se vendieron casi todas las reservaciones, a la vez que dijo que el pollo y el perro caliente están asegurados. No se refirió, sin embargo, a la tan recurrente presencia de insectos y roedores que en años precedentes han generado tanto malestar.
“Es normal que haya ratas, cucarachas o mosquitos, pero aún así es preferible eso que nada”, explica Leudys Fernández, una de las tantas personas que debieron pagar a sobreprecio un turno en la cola de las reservaciones del campismo popular.
En Villa Clara, igualmente se priorizará la presencia de agrupaciones musicales reconocidas como Buena Fe, aunque el grueso fundamental estará conformado por orquestas del oriente cubano, pues son las que menos cobran, según dijo Roger Benítez, vicepresidente del consejo de la administración en Santa Clara.
Y es que si algo distingue a la programación veraniega de un año a otro son los notables recortes de presupuesto, tal y como asegura un trabajador del puesto de mando provincial: “Cada año hay menos dinero para organizar conciertos, asegurar recursos o garantizar el transporte. Aún no se le han pagado sus presentaciones a varios de los músicos que actuaron en Villa Clara el verano pasado, porque no hay dinero”, argumentó la fuente.
“Es una visión administrativa y simplista, asumiendo que la recreación es eso que ellos conciben y punto”, explica Yasmani, un instructor de arte a quien en no pocas ocasiones han convocado para que se mantenga laborado durante julio y agosto en el mismo seminternado donde trabaja desde hace 8 años. “Y es por gusto, porque aquí no viene nadie, los muchachos no están para venir a cantar arroz con leche se quiere casar”, jaranea.
“Si el salario no fuera simbólico y todo marchara bien en el país, no hacía falta diseñar ninguna programación especial, bastaría con que los cubanos salieran de vacaciones y decidieran por sí mismos, libremente, a dónde quieren ir. Pero todo está muy malo, lo mismo en invierno, primavera, que verano”, argumenta.
Aun cuando el gobierno en Villa Clara decidió recortar el presupuesto a los carnavales y fiestas populares que tradicionalmente se celebran en julio y agosto, para muchos villaclareños la que no debe faltar es la cerveza de pipa, y las autoridades la van a priorizar. De hecho, según Roger Benítez, la cervecera de Manacas está en plena forma productiva y ya se ha comenzado a acopiar piedras hielo “para que no falle el frío como en años anteriores”, sentenció.
“Ellos entienden la importancia de tenernos contentos. Al pueblo hay que darle pan y circo, como decían los romanos. ¿No viste que ya Díaz-Canel felicitó hace poco al Circo Nacional de Cuba?… tú verás que el circo y la cerveza serán la nota distintiva del verano”, concluye Yasmani, el instructor de arte.
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