En protesta por las políticas de "tolerancia cero" con los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, una iglesia en Indianápolis (Indiana) colocó en una jaula una escultura del niño Jesús, de la Virgen María y de San José, hecho que ha generado polémica entre algunos religiosos.
La Episcopalian Christ Church Cathedral aseguró que la instalación de la Sagrada Familia supone su abierto rechazo por la separación más de 2.300 menores centroamericanos de sus padres.
Con la etiqueta "#EveryFamilyIsHoly" (Cada familia es sagrada"), Stephen Carlsen (rector de la iglesia), aseguró en un comunicado que la Biblia "es clara respecto a cómo tenemos que tratar a las personas que están buscando seguridad para sus familias".
Carlsen ha recordado el éxodo de la Sagrada Familia a Egipto tras el nacimiento del niño Jesús, y destacó "Tenemos que mostrar misericordia con ellos y acogerlos. Jesús, María y José no tenían hogar y huyeron del peligro para buscar asilo".
En declaraciones a un medio de prensa local, Mark Reckart (miembro de esa iglesia), declaró: "Es una manera perfecta de mostrar lo que está pasando. Son familias en jaulas. Esta es una familia que resuena a mucha gente".
La instalación fue expuesta en la noche de ayer lunes en el exterior de esa iglesia episcopal, cuyos clérigos asistieron a las protestas que tuvieron lugar el pasado sábado en todo el país bajo el lema "Families Belong Together" ("Las familias deben estar unidas").
Trump suspendió el pasado 20 de junio la separación de familias tras las críticas recibidas, no obstante, ordenó que padres e hijos permanezcan retenidos juntos.
Las últimas cifras oficiales, citadas por la agencia Efe, cifran de momento en poco más de 500 los menores separados que han podido reencontrarse con sus padres.
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