Convertido ya para muchos en una de las figuras más prometedoras del Atletismo mundial, el saltador de longitud cubano, Juan Miguel Echevarría (Camagüey, 1988) se encuentra por estos días en Guadalajara (España), donde ha sido entrevistado por el diario deportivo Marca con el fin de indagar en su brillante rendimiento deportivo y sus planes de futuro.
Echevarría el pasado 10 de junio saltó 8.83 metros en Estocolmo (Suecia), lo que supuso el mejor salto en los últimos 23 años a nivel mundial. En Ostrava (República Checa) saltó 8.66 y batió un registro para menores de 20 años, que estaba en poder de Carl Lewis desde el año 1981.
El cubano afirma que ahora lo tratan como a una estrella, da muchas entrevistas, firma autógrafos, y precisa que eso le encanta porque significa que la gente lo apoya, pero enfatiza que también necesita su espacio.
Interrogado sobre si cree que el récord del mundo podría llegar en este mismo 2018, responde que tal vez sea o no, pero que al menos están trabajando para que sí pueda ser este mismo año.
“En realidad no me entreno para batir plusmarcas, ya sea la mundial o la cubana de Iván Pedroso (8,71), sino para mejorar como atleta y disfrutar en la pista”. Sobre el escenario para batir la marca mundial, destaca que le gustaría que fuera en los Juegos de Tokio 2020.
En relación con la posibilidad de saltar nueve metros, afirma que sería especial, pero al mismo tiempo destaca que es una barrera que no lo obsesiona; y entre los detalles técnicos que le faltan por pulir indica que debe mejorar todavía aspectos de la caída y la exactitud del despegue.
Con una madurez sorprendente -teniendo en cuenta que solo tiene 19 años- y una soltura que Marca ha calificado de “respuestas de manual”, Echevarría ha sabido sortear con humildad incluso la comparación directa con Bolt.
Preguntado sobre si se ve preparado para ocupar el trono de Usain Bolt, responde que ni lo cree ni lo ve así, y precisa que el jamaicano es “una leyenda casi imposible de igualar”. Y enfatiza: “Yo aspiro sólo a ser Juan Miguel Echevarría. Cada cual debe escribir su propia historia".
Echevarría afirma que le ha alegrado saber que Iván Pedroso considera que su marca nacional cubana será batida en cuanto Echevarría quiera. “Me motivan y me alegran, porque significa que confía en mí. No siento presión cuando compito porque me centro en disfrutar de cada salto”, precisa.
Piensa que la clave del éxito de la escuela cubana de saltadores es que casi todos los entrenadores fueron saltadores en su momento, y por eso trabajan muy bien los aspectos técnicos.
Llegada la pregunta más delicada, la posibilidad de competir alguna vez por un país que no sea Cuba, como han hecho otros muchos deportistas cubanos, su respuesta ha sido radical: "Competiré como cubano hasta la muerte, nunca voy a abandonar mi país".
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