Justo después de celebrarse el acto provincial por el aniversario 65 del Asalto al Cuartel Moncada, comenzaron los carnavales de Santa Clara. Como es habitual, los dirigentes del gobierno en el territorio convocaron al acto político antes del inicio de la fiesta para contar así con una mayor concurrencia.
De hecho, son nueve las áreas festivas habilitadas en la ciudad, pero en la primera jornada solo abrió la del Reparto José Martí —donde se desarrolló la actividad política—, para asegurarse entonces la afluencia de personal proveniente de otras zonas. Dispuesto todo así, los medios de prensa que cubrían el homenaje pudieron informar después que la explanada estaba “repleta de pueblo enardecido”.
Luego del ¡veceremos! de los finales, comenzó la gozadera. Se iniciaron los carnavales en este barrio de la periferia santaclareña, destacado por su habitual tranquilidad al estar poblado fundamentalmente por oficiales de las FAR y del MININT.
Este martes el teniente coronel Pedro Julio Rosado González, jefe de la policía en Villa Clara, se congratulaba mediante la emisora radial CMHW, luego de que todo se desarrollara sin contratiempos en las primeras horas del carnaval:
“Transcurrieron en un clima de tranquilidad, solamente fueron conducidos a nuestras estaciones de la PNR ocho ciudadanos. Hubo algunas lesiones físicas, alteraciones del orden, y el robo de una moto a un médico del reparto”, confirmaba el oficial.
La satisfacción del jefe de la policía solo se explica si se toma en cuenta el aumento en el número de hechos delictivos, robos con fuerza y manifestaciones de violencia que se ha registrado en los últimos tiempos en la provincia.
Los incidentes suscitados en las primeras horas del carnaval, si bien están distantes de denotar un clima de tranquilidad como el referido por el teniente coronel, sí se encuentran por debajo de todas las previsiones.
Como Ana María López, no serán pocos los pobladores que crucen los dedos hasta el 29 de julio próximo, cuando concluya el carnaval: “Ojalá y este año no haya muertes que lamentar, porque los cubanos hace tiempo no sabemos divertirnos en paz y tranquilidad”.
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