Uno de los 75 disidentes encarcelados en Cuba durante la funesta etapa conocida como Primavera Negra (2003) logró ingresar a algunas de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos, luego de ser liberado en 2004 bajo una licencia extrapenal.
Ahora, desde su última beca académica en Rhode Island, asegura que piensa volver a su isla natal para seguir luchando por los derechos fundamentales de los cubanos. Todavía pesa sobre él la condición de preso político, una suerte de bomba de tiempo que puede volver a poner en riesgo su integridad dentro del país caribeño.
Se trata del escritor y periodista independiente Jorge Olivera Castillo, merecedor de una beca en la Universidad de Harvard y otra en la Universidad de Brown. Actualmente, funge desde el extranjero como presidente del Club de Escritores Independientes dentro de la Isla.
Según dijo a El Planeta, periódico hispano en Boston, Olivera Castillo debe regresar a Cuba antes del próximo 13 de agosto, exactamente dos años después de haber dejado el país. Pero más allá de la obligación, el escritor desea volver a sus raíces, aunque “muchas personas no entiendan” su postura.
“Primeramente, no es una actitud única, hay otras personas que lo han hecho a través de la historia, personas que se enamoran de un propósito justo, que consideran que vale la pena el esfuerzo y que va a beneficiar a muchas personas, más allá de las familias, de las generaciones”, enfatizó.
No obstante, Olivera Castillo no se considera político, sino un intelectual, una conciencia crítica dentro de Cuba. “No importa si se es de derecha o de izquierda, estamos pidiendo lo básico, a lo que puede aspirar cualquier ser humano, más allá de si se es capitalista o socialista. Quiero que se respeten los derechos de las personas”.
El escritor corre el riesgo de volver a ser encarcelado porque, en teoría, su sanción termina en 2021. “Esta está vigente todo el tiempo y me pueden meter preso en cualquier momento al regresar a la Isla”, explicó.
“En mi caso estoy afuera con un permiso especial, pero estoy sancionado y técnicamente soy un preso. Me liberaron y salí por la presión internacional, porque enviaron muchas cartas catedráticos de Harvard y otros lugares. Incluso Noam Chomsky le escribió a Raúl Castro y al Ministro de Interior, y al Ministro de Cultura. Pero yo tengo que volver por ley y convicción”, dijo.
A pesar de todo lo que ha sufrido, Olivera Castillo deja un mensaje muy emotivo a la disidencia dentro y fuera de la mayor de las Antillas. “Yo espero que algún día se imponga la razón, porque si no, no estuviera luchando”.
“Es verdad que algunas veces me embarga el pesimismo, porque soy un ser humano y llevo mucho tiempo luchando, casi la mitad de mi vida. Pero yo creo que sí, que vale la pena”, insistió.
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