Con un elenco que reúne a una buena parte de los mejores intérpretes cubanos, la serie De amores y esperanzas está saliendo al aire todos los sábados en horario estelar. Junto con Coralia Veloz, Irela Bravo y Edith Massola, con las cuales comparte un gran número de escenas, ha reaparecido en la televisión de la Isla, Gerardo Riverón, un actor radicado en Miami y muy recordado en Cuba por su excelente dicción, elegancia natural, inteligencia a la hora de elegir sus papeles y ductilidad interpretativa.
De modo que, entre las agradables sorpresas de la teleserie De amores y esperanzas se cuenta el reencuentro con su público de siempre de Gerardo Riverón, un actor muy popular y respetado en los años setenta y ochenta, sobre todo, en televisión, que fue el medio donde logró mejores resultados, a pesar de que también incursionó en la radio.
Graduado en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, trabajó durante un par de décadas en espacios como Teatro-ICR, Cuentos, Horizontes, Grandes Novelas, Aventuras, bajo las órdenes de los más prestigiosos directores del medio televisivo: Roberto Garriga, Carlos Piñeiro, Vázquez Gallo, Loly Buján, Marcos Miranda, Severino Puentes, Abel Ponce y Pedro Álvarez.
En los años ochenta, es seleccionado por Humberto Solás para interpretar al amigo de Leonardo, el protagonista, en la superproducción Cecilia (1981) y más tarde vuelve a encontrarse con el director en otro filme de época, Amada (1983), junto a César Évora y Eslinda Núñez.
Ya radicado en Miami, Riverón se inclinó mucho más al teatro, aunque participó en las telenovelas Prisionera (2004), El fantasma de Elena (2010), La casa de al lado (2011) y Santa diabla (2013), cuya actuación le ganó una nominación como primer actor en el Miami Life Awards. También intervino en los filmes Freedom Flight (2005), De rodillas (2008) y Wassup en LA? (2013), entre otros.
En teatro, fue dirigido en Cuba por Vicente Revuelta, Roberto Blanco, Nelson Dorr, y Alberto Méndez; hizo Yerma, con Danza Nacional; Confesión en el Barrio Chino, en el Teatro Nacional; Doña Rosita la Soltera, con el Ballet Nacional de Cuba. Se sumaron a su currículo también La Celestina, Aire frío, Fresa y Chocolate…
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