La suya es una vida de récords. Prisciliana Sánchez Vázquez es una santiaguera que tiene 103 años, 15 hijos, 53 nietos, 57 bisnietos y más de una decena de tataranietos. De estos últimos ella no lleva la cuenta, según recoge el diario local Sierra Maestra.
Prisciliana tuvo suerte porque su esposo, ya fallecido, vivió 111 años. Los dos nacieron en Mangos de Baraguá, en la provincia de Santiago de Cuba.
Pese a sus problemas de corazón, Prisciliana conserva la sonrisa. El tiempo ha hecho estragos en su cabeza. Repite las mismas preguntas, una y otra vez. Sin embargo coge entre sus manos las del visitante que se acerca a conocer el secreto de su longevidad.
Una de las hijas que vive con Prisciliana asegura que cuida a su madre como un tesoro. "A los hijos no hay que obligarlos a cuidar a los padres. Los padres deben ser acogidos pensando en el cuidado y la educación que les debemos. Nos dieron la vida", comenta.
Cuando los rebeldes estaban en la Sierra, Prisiciliana los escondía en el sótano de su casita y ponía a todos sus hijos a jugar delante de la vivienda para que nadie sospechara nada.
Ella nunca aprendió a leer ni escribir, pero se aseguró de que todos sus hijos lo hicieran.
Hace justo un año el Gobierno cubano hizo públicas unas estadísticas que aseguraban que en el primer trimestre de 2017 la Isla tenía registradas 2.153 personas con más de 100 años. Al menos tres tenían entre 113 y 115 años.
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