De enero a junio de este año, una media de 18 cubanos han sido declarados inadmisibles en Estados Unidos cada día en la frontera con México, según los datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el organismo de Naciones Unidas que se dedica a migración.
Estas cifras coinciden con las divulgadas por el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. (CBP) que asegura que en el año fiscal 2018 (del 1 de octubre de 2017 al 31 de agosto de 2018) han sido rechazados 6.223 cubanos.
En el primer semestre de este año el Gobierno de Estados Unidos le ha denegado la entrada al país a 3.283 cubanos, según la OIM. Son 1.133 más que el año pasado ya que en el mismo periodo de 2017 las autoridades migratorias norteamericanos echaron para atrás a 2.150 migrantes con pasaporte de Cuba.
Analizando los datos por trimestres, comprobamos que de enero a marzo de este año fueron devueltos 1.430 cubanos, un número ligeramente inferior al del año pasado porque en enero de 2017 el presidente Barack Obama, antes de dejar la Casa Blanca, eliminó la política de Pies Secos, Pies Mojados, que hasta ese momento amparaba, protegía y daba beneficios especiales a los cubanos que tocaban suelo norteamericano sin ser interceptados.
El anuncio de la medida de Obama cogió a muchos emigrantes cubanos por sorpresa de camino a Estados Unidos. Los que no lograron llegar antes de las 4:31 horas del 12 de enero de 2017, no pudieron acceder a territorio estadounidense como venían haciendo los inmigrantes cubanos hasta ese momento, gracias a Pies secos, Pies mojados, una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que estaba en vigor desde mitad de los 90.
En la práctica, la política derogada concedía autoridad al secretario de Justicia estadounidense para permitir que los cubanos que entraban en el país de forma legal o ilegal (sin ser interceptados) tramitaran su residencia permanente al cumplir un año en territorio norteamericano.
Por su parte, en el segundo trimestre de este año, vemos que se han incrementado hasta un 236% (más del doble) los rechazos a cubanos que se presentan en la frontera de Estados Unidos con México, en muchos casos, después de recorrer a pie la selva del Darién, entre Colombia y Panamá y atravesar Centroamérica hasta llegar a cualquiera de los cuatro puestos fronterizos en el suroeste estadounidense.
Los números del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. no apuntan en la misma direcció. Durante el último año del Gobierno de Obama el número de rechazos a personas con pasaporte de Cuba fue de 41.523. En el primer ejercicio de Trump (año fiscal 2017, compartido entre Obama y Trump) el dato global descendió a 15.127. En 2018, esa cifra es la más baja de los últimos años fiscales: 6.223 cubanos no admitidos.
Para interpretar las cifras hay que tener en cuenta que la OIM analiza datos por años de 12 meses (de enero a diciembre) y el CBP por años fiscales de 11 meses, del 1 de octubre al 31 de agosto. De ahí que para la OIM aumente el rechazo de cubanos y para CBP caiga a cifras históricas.
La eliminación de Pies secos, Pies mojados ha disuadido a muchos cubanos de intentar entrar ilegalmente en Estados Unidos. Aún así hay quienes lo siguen intentando.
Quienes han intentado pedir asilo en la frontera de Estados Unidos han comprobado que son internados en centros de detención de inmigrantes. Es el caso del opositor Francisco Ramón Cobas Plá, que desde el pasado 14 de julio permanece en el Otay Mesa Detention Center de San Diego, California, tras intentar acogerse al estatus de refugiado.
En la misma situación está un grupo de cubanos retenidos desde hace meses en el Pine Prairie ICE Processing Center de Luisiana, que siguen a la espera de que sus solicitudes de asilo en Estados Unidos sean aprobadas o denegadas. Tal es la desesperación que se han registrado intentos de suicidio y huelgas de hambre ante el temor de ser deportados a Cuba.
Hace escasos 15 días, uno de los cubanos retenidos en Luisiana se ahorcó, según confirmaron a CiberCuba, fuentes cercanas al fallecido. “No pudo más, no aguantó tanta desesperación”, contaron cubanos presos en el mismo centro a sus familiares en varias llamadas telefónicas.
Pero el aumento a los rechazos en frontera a cubanos no es exclusivo de Estados Unidos. En el espacio Schengen ocurre más de lo mismo. Entre 2016 y 2017 aumentó un 30% la denegación de visas a nacionales de Cuba que querían viajar a cualquiera de los 26 países europeos acogidos a la libertad de fronteras. El año pasado fueron echadas para atrás 4.921 solicitudes de visado frente a las 3.781 del ejercicio anterior. España es el país que más cubanos desaprueba.
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