Michael se degradó a tormenta tropical el jueves tras dejar al menos dos muertos y provocar la destrucción de casas en el noroeste de la Florida, según reportó AFP.
Una de las víctimas fue un hombre que perdió la vida en el estado del Sol tras la caída de un árbol encima de su vivienda. El citado medio aseguró que la otra persona murió en Georgia.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en su último reporte situaba a Michael a unos 65 kilómetros al oeste-noroeste de Columbia, en Carolina del Sur, con vientos máximos sostenidos rebajados a 85 kilómetros por hora.
La previsión es que Michael se convierta en un fenómeno post-tropical en el Atlántico a finales de esta noche o el viernes. Las condiciones de tormenta tropical están ocurriendo ahora en partes del este y sureste de Georgia y Carolina del Sur.
Bajo la condición de huracán, Michael se convirtió en el fenómeno más fuerte que azotó la Florida en un cuarto de siglo y la tercera más poderosa en llegar a Estados Unidos continental.
Su impacto dejó a más de 700.000 casas y negocios sin electricidad en la Florida, Alabama y Georgia. Además miles de personas se protegieron en refugios tras huir de sus casas ante el rápido avance de la tormenta.
El miércoles alcanzó la categoría 4 y sus vientos sostenidos llegaron a estar a solo 3,2 kilómetros por hora de la extremadamente rara categoría 5.
Posteriormente pasó a ser de categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora y ráfagas más altas a medida que avanzaba tierra adentro hacia la frontera entre Alabama y Georgia.
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