El sistema implementado este año para la segunda fase, donde los equipos clasificados solo arrastran los resultados entre ellos, ha provocado un caos en la tabla de posiciones de la 58 Serie Nacional de Béisbol.
En la primera fase, los equipos finalizaron en el siguiente orden: Ciego de Ávila y Holguín empatados en el primer puesto con 28 victorias y 17 derrotas con average de 622, detrás Villa Clara y Las Tunas con 27 y 18 (600) a un juego de distancia, después Industriales con 26 y 19 (578) a 2 juegos, y cerrando Sancti Spíritus con 24 y 21 (533) a 4 juegos.
Sin embargo, ni Ciego ni Holguín son ahora líderes, sino Las Tunas, que exhibe balance de 10 y 5.
Los tigres pasaron al tercer lugar con 8 y 7.
Sin embargo, los más perjudicados fueron los holguineros, que pasaron del primero al último lugar, a 6 juegos de distancia de los nuevos líderes, con 4 victorias y 11 derrotas.
Este sistema, aplicado en torneos internacionales cortos, demuestra así su ineficacia para torneos largos, revelándose como sumamente injusto.
Ahora los holguineros, que protagonizaron la mejor racha victoriosa de la primera etapa, tendrán que empezar a recuperar un terreno perdido, sin que su accionar deportivo en el terreno justifique tan absurdo bajón.
El nuevo sistema se implementó para que la segunda etapa ganara en competitividad, pues reducía el número de resultados.
La intención de que el campeonato gane en competitividad busca corregir el desinterés de los aficionados, que se desentienden de la Serie Nacional cuando sus equipos se alejan demasiado de la zona de clasificación de los play off, o al contrario, cuando sus conjuntos aseguran su pase a la postemporada mucho antes de finalizar la segunda fase.
Quienes toman esa clase de decisiones que suponen reestructurar constantemente la Serie Nacional con tal de que gane en popularidad no suelen tener en cuenta las consecuencias de los cambios, que la mayoría de las veces resultan contraproducentes e injustos, y generan cataclismos en la dinámica del béisbol cubano, como en el caso actual del reordenamiento de la tabla de posiciones.
Ahora, las diferencias entre los equipos son mayores, por lo que la estrategia ha logrado de entrada justamente lo que quería evitar.
No obstante, la peor de las decisiones que se han tomado en los últimos años es dejar fuera durante la mitad de la temporada a más de la mitad de los equipos cubanos, que pasan el resto del campeonato alejados del béisbol.
Uno siente que la mayoría de las decisiones que se toman para mejorar la Serie Nacional, lejos de lograrlo, contribuyen a empeorarla cada vez más.
Tabla de posiciones
Las Tunas 10-5 (667)
Villa Clara 9-6 (600), -1
Ciego de Ávila 8-7 (533), -2
Industriales 7-8 (467), -3
Sancti Spíritus 7-8 (467), -3
Holguín 4-11 (267), -6
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